Herique Tetzç es un anciano brasileño que a los 92 años debió dejar el taller que él mismo había construido en los años ´50 en Belo Horizonte, donde solía reparar artefactos electrónicos, ya que no cumplía las condiciones básicas para que pueda vivir con facilidad y comodidad.
Pero un estudio local de arquitectura llamado Meius le propuso volver a casa, recuperando y renovando ese antiguo espacio de trabajo para convertirlo en una vivienda de 60 metros cuadrados, donde la movilidad y comodidad sean la prioridad.
Así nació el “Loft Abuelo”, una obra que la firma construyó en el año 2013 y que le devolvió la sonrisa a Herique, al permitirle volver a vivir rodeado de sus recuerdos, pero esta vez cómodo y seguro.
Dividida en planta baja y un altillo, el hogar fue remodelado pensando en la seguridad del abuelo, su comodidad y la de sus familiares. Por eso, en la parte inferior existe un solo espacio que contiene una cama, un cuarto de baño y una sala de estar integrada con la cocina, pudiéndose separar entre sí por una cortina.
Esta elección solucionó el problema de accesibilidad que había hecho que “Henricão”, como llaman cariñosamente al anciano, debiera mudarse.
En la parte superior, el hogar cuenta con el espacio adecuado para alojar a quienes acompañan a Herique día a día. Además de camas y una sala de estar, posee también un balcón con un pequeño huerto.
Además, todo en el hogar fue pensado para aprovechar al máximo los espacios, como este práctico desayunador - mesa montado sobre las columnas que crea una práctica (y sutil) separación entre la sala y la cocina, dentro del mismo ambiente.
La renovación se realizó en dos meses, y Herique volvió a vivir junto a los recuerdos de toda su vida, pero con la comodidad, seguridad y estilo que todo anciano se merece.