Cuando estamos enojados, podemos tener actitudes que luego nos generan arrepentimiento. Por eso, es importante no dejarse dominar por la emoción, y actuar de manera responsable.

Sobre todo, cuando se trata de una pelea con la pareja. Es que a veces, las heridas que se abren en los momentos de furia pueden no cerrarse de nuevo.

Así es que si estás en medio de una pelea con tu pareja, deberías evitar sí o sí hacer estas cosas.

1. Discutir en público

Para empezar, debes saber que la mejor forma de solucionar una discusión es en la intimidad y sin involucrar a otras personas. Discutir en público sólo servirá para empeorar las cosas.

Al enojo inicial se le suma la humillación y muchas veces, la intromisión de personas que no saben de qué se trata todo. Al final, solo sirve para que las cosas sean mucho peores de como comenzaron.

Así que lo mejor, si tienes un entredicho con tu pareja en un lugar público, es respirar hondo y cambiar de tema y esperar el momento propicio para hablarlo.

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2. Involucrar a otras personas

Como decíamos, los problemas de pareja deberían solucionarse de a dos. Llamar a tu madre o a tu mejor amigo para que intervenga sólo te traerá más problemas.

Es que quizá ustedes solucionen luego las cosas, pero esa persona de afuera que ha tenido que intervenir guarde resentimiento. Puede que después de llamar a tus padres en medio de una pelea, estos ya no miren a tu pareja de la misma manera.

Al final, pueden convertir una simple discusión en una guerra de partes. Mejor ser mesurado y hablar las cosas entre ustedes.

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3. Traer a colación cientos de discusiones antiguas

Cuando algo te molesta, seguramente empieces a acumular enojo al acordarte de muchas otras cosas que te han molestado. Así, una discusión sobre a quién le toca ir a buscar al niño al colegio puede convertirse en un rosario de recriminaciones.

Al final, el problema original posiblemente no se solucione, y ambos queden malheridos por todo lo que se ha ocasionado.

Cuando algo te moleste de tu pareja, habla sobre eso. Las cosas extra que recuerdes, anótalas para hablarlas en otro momento.

4. Irse de la casa

Irte de la casa en medio de una discusión no es acabar con ella; es huir de ella. Si las cosas no se solucionan en el momento en que están sucediendo, lo más probable es que para la próxima vez que se encuentren, los dos estén más cargados de rencor que antes.

No importa si es para bien o para mal, una pareja siempre debe llegar a un acuerdo cuando discute. Y, si eso no es posible, al menos no deberían huir uno de otro, puesto que la solución puede llegar un rato después.

Quédense en lugares separados de la casa, no se hablen por un rato, pero no se vayan del lugar indignados.

5. Pasar a la violencia

No importa qué tan enojados estén. Nunca una pareja debería discutir en base a la violencia verbal. Insultarse o decirse cosas hirientes nunca será una solución viable.

Mucho menos, entonces, deberían caer en la violencia física. De eso, no hay retorno. Cuando las relaciones se encuentran con la violencia física, sin duda es hora de terminarlas. Nada bueno puede salir de golpes o ataques de cualquier naturaleza.

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La agresión debería ser siempre el límite de lo tolerable.

Fuentes:

Genial Gurú