Pasan y pasan los días, y postergas esa tarea por ser tediosa. Pero en algún momento hay que hacerla: ¡Hay que ordenar el guardarropas! Tener una espacio ordenado te ayuda a mantener ordenada tu mente.
Además… ¡Te ayudará a elegir qué ponerte!
El problema es que cuando has dejado estar mucho tiempo el guardarropas, ordenarlo parece una tarea imposible. Sin embargo es más sencillo de lo que crees si tienes un método eficaz, y aquí te contaremos uno.
Una vez que aprendas bien el método, hasta el guardarropas más desordenado estará listo en sólo 30 minutos.
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1 minuto: Prepara los elementos
Esta técnica toma algunas ideas de Marie Kondo, sobre todo: deshacerse de cosas como clave para ordenar.
Así que antes de comenzar, deberás preparar 3 bolsas grandes: una de ropa para tirar y otra de ropa para donar.
Si quieres (y tienes ropa que pueda encajar en esas categorías) puedes tener a mano dos bolsas más. Una para ropa especial para regalar (por ejemplo, ropa de embarazada para una amiga que va a ser mamá) y una de ropa para vender (vestidos hermosos que no volverás a usar, trajes, zapatos, etc.).
Además, prepara suministros de limpieza. Trapos húmedos, escoba, aspiradora. Con todo listo… ¡Que empiece la acción!
3 minutos: sacar todo
Empezarás el proceso sacando todo del placard.
Puedes ir poniendo las cosas sobre la cama, separadas por tipo, para hacer el proceso todavía más sencillo.
No te olvides de sacar nada: perchas, organizadores o lo que sea. ¡Tiene que quedar completamente vacío!
3 minutos: limpia el guardarropas
Ahora que tu guardarropas está completamente vacío, es hora de limpiar.
Limpia los estantes, la barra del armario, las paredes y los rodapiés con el trapo, y luego barre y aspira el piso. Se supone que no debe estar demasiado sucio, por lo cual no debería llevarte más de 3 minutos dejarlo reluciente.
3 minutos: aprecia y analiza el guardarropas vacío
Antes de comenzar a guardar de nuevo la ropa, mira cómo se ve tu armario vacío. ¡Vaya que está limpio!
Ya que lo ves en todo su potencial, aprovecha estos minutos para reflexionar acerca de si la forma en la que guardas la ropa necesita algún ajuste. Si crees que te falta algo (como un organizador) apúntalo para comprarlo luego.
No deberías comprar ningún elemento para ordenar el guardarropas antes de este paso, pues aquí es donde verás con claridad qué necesitas y dónde iría.
15 minutos: seleccionar y guardar
Seremos honestos contigo: la primera vez puede tomar un poquito más de 15 minutos. Pero sólo porque tienes que acostumbrarte al proceso de deshacerte de la ropa que no usas. ¡La primera vez es difícil!
Pero una vez que logres desprenderte de las cosas sin dudas, verás que este proceso es mucho más rápido de lo que parece. Justamente allí está la clave de todo: en el desprendimiento.
Irás agarrando una a una las prendas de arriba de la cama, y decidiendo si se quedan o se van. Para hacer más sencilla esta decisión, hay cuatro preguntas que debes hacerte:
- ¿Me va bien?
- ¿Lo he usado en los últimos 12 meses?
- ¿Lo repararé pronto? (para cosas dañadas)
- ¿Me siento cómodo y bien cuando lo llevo puesto?
Si la respuesta a alguna de esas preguntas es “no”... ¡Al clóset no regresa! Sólo te queda decidir en qué bolsa va.
Si la prenda pasa la prueba de las preguntas, vuelve a ponerla en el armario y sigue con la próxima. No te detengas mucho en esto, ya has tenido tu momento de pensar de qué manera organizar las cosas, este momento es para ejecutar.
Última recomendación: no te enfoques en lo que te deshaces, sino en lo que guardas. ¡Mira todas las prendas increíbles que tienes! Seguramente muchas de ellas no las usabas simplemente porque no las veías entre tanta ropa.
4 minutos: perfecciona
Ahora que ya tienes ubicado todo sí: puedes tomarte unos minutos para perfeccionar el guardado. Organiza por color, fíjate en los detalles, dale un último toque al doblado de esa prenda.
¡Ahora sí, has terminado de ordenar el guardarropas!
Pero aún queda una pequeña cosa más por hacer…
1 minuto: saca las bolsas
No caigas en la tentación de volver a revisar las bolsas de ropa desechada por si acaso te arrepientes de algo.
Evita el tema llevando las bolsas de donar y regalar al coche, o cerca de la entrada de tu casa, y las cosas para tirar al cesto.
Así, además, la ropa que todavía se puede aprovechar saldrá pronto de tu casa y estará pronto en camino hacia un lugar mejor.
¡Felicitaciones! ¡Lo has logrado!
Y créeme: si te acostumbras a hacerlo con frecuencia (ideal: en cada cambio de estación), verás que pronto logras ordenar el guardarropas en la mitad del tiempo.
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