Solo en 2019 se consumieron en todo el mundo un total de 480 mil millones de botellas de plástico, cuyo impacto no sólo afecta al ambiente, sino también a la salud de las personas por su composición química.
Frente a esto, SodaStream es una opción sustentable para concienciar sobre la disminución de estos materiales y mejorar la calidad de vida al permitir hacer soda en casa y envasarla en botellas reutilizables. Su foco está puesto en desarrollar bebidas que promuevan el bienestar y reduzcan el impacto sobre el ambiente, a través de un sistema práctico y ecológico.
Los movimientos sobre tareas de reciclado avanzan en todo el mundo por parte de gobiernos o asociaciones diversas, pero la contaminación no deja de ser un gran tema a combatir. En particular, las botellas de plástico común representan una problemática muy importante por la composición de Bisfenol A (BPA). Las consecuencias de su uso se reflejan en el cambio climático, en la contaminación de los océanos y en la gran cantidad de basura que se genera en las ciudades.
En este marco, y entendiendo lo esencial de combatir la contaminación y fomentar el bienestar de las personas, SodaStream ofrece una gama de productos con plástico reutilizable sin BPA. Tanto las botellas como la máquina de hacer soda están fabricadas con este material, por lo que utilizar estas botellas reciclables evita la formación de microplásticos, unas esferas o filamentos de menos de 5 milímetros de diámetro que representan un agente contaminante muy nocivo, que no sólo abunda en los océanos, sino también en el cuerpo humano.
Poniendo el foco en el cuidado de la salud, la compañía apunta a que las personas puedan consumir soda casera, un producto sano que promueve la disminución del consumo de botellas desechables y también de bebidas azucaradas, como las gaseosas tradicionales. En Estados Unidos, por ejemplo, aquellas personas que cuentan con la máquina de hacer sodas ingieren hasta un 43% más de agua.
Argentina ocupa un lugar privilegiado en el consumo de soda, ya que es el segundo país de mayor consumo en el mundo: se llegan a consumir más de 2,3 millones de litros cada año. Al ser un público amante del agua con gas, SodaStream facilita que las personas la puedan hacer en su hogar, fabricándola de manera fácil, rápida y ecológica gracias a una máquina que contiene un cilindro recargable de gas y una botella que se llena con agua.
Al apretar un botón durante pocos segundos, se obtiene la gasificación deseada sin tener que comprar envases tradicionales de plástico dañino para tomar agua gasificada. Estas botellas no están fabricadas con ningún policarbonato, material o sustancia que produzca emisiones contaminantes, y, al tener una duración de 4 años, se evitan alrededor de 1800 botellas tradicionales en la Argentina. Cuando al cilindro se le termina el gas, se recarga en el punto de venta más cercano, SodaStream recoge el cilindro vacío, lo limpia, inspecciona y lo vuelve a recargar.
En definitiva, la importancia de utilizar este método es contribuir a salvar al planeta de la contaminación por el uso de plásticos no reciclables. En esta línea, uno de los grandes objetivos que mantiene la compañía, presente en 45 países y con 12 millones de consumidores, es que para 2025 se haya evitado el uso de 67 billones de botellas de plástico.
No es sencillo, pero el camino ya está marcado si se tiene en cuenta que entre 2017 y 2018, SodaStream logró reducir 6.3 millones de botellas de plástico entre los países que más consumen el producto, como Alemania, Estados Unidos y Francia