El transporte público es uno de los desafíos de todas las grandes ciudades. Es necesario un gran trabajo de logística para lograr que la red de autobuses, por ejemplo, sea eficiente y no colapse. Si además de eso se busca que el consumo de energía del transporte sea responsable, realmente hace falta un enorme trabajo, pero sumamente necesario para que el enorme gasto energético de los medios de transporte no termine perjudicando al planeta y a todos los ciudadanos.
Algunas ciudades del mundo están dando grandes pasos en ese sentido. Oslo, por ejemplo, será la primera ciudad en prohibir los automóviles.
Londres, en este caso, está comenzando a implementar paradas de autobús solares, una tecnología que no reducirá tanto el gasto de energía como si se eliminaran los vehículos, pero que de todas maneras es motivo para celebrar.
Las nuevas paradas solares están equipadas con un panel que las autoabastece de energía, con la que alimentan modernos carteles con información actualizada sobre los horarios y estado del transporte.
Uno de los aspectos más importantes de su diseño ecológico es que, en lugar de pantallas, estas paradas utilizan carteles equipados con tinta electrónica, que pueden leerse de día y de noche, y actualizarse cada 30 segundos mediante una conexión 3G, con un gasto de energía mínimo.
De esta forma, se combinan la energía solar, la tinta electrónica y la conexión a la red 3G para proveer información gratuita y actualizada a los ciudadanos y, al mismo tiempo, ahorrar energía.
Por el momento, la primera parada de este estilo se ha instalado en el Puente de Waterloo, y es la única, pero se prevé que durante enero se instalen dos más, y que para finales de 2016, entre el 50% y el 70% de las paradas de la ciudad sean de este tipo.
La aplicación de la energía solar al diseño urbano es fundamental para la reducción del consumo eléctrico y de emisiones de dióxido de carbono en las grandes ciudades del mundo, y además es una iniciativa que puede inspirar a todos los ciudadanos a hacer lo mismo en sus casas.
La tinta electrónica, que se ha desarrollado mucho en los últimos tiempos, es también una gran opción para reemplazar las grandes pantallas luminosas que cubren muchas ciudades y que generan, además de contaminación e impacto visual, un enorme consumo eléctrico.
La buena noticia es que, poco a poco, algunas ciudades del mundo se van volviendo más sustentables, y tal vez estemos más cerca del objetivo de extender las energías renovables y la sustentabilidad a todo el planeta.