Realizar, por lo menos, una exfoliación de la piel de nuestro cuerpo semanal es uno de los hábitos de higiene y belleza que no cuesta tanto trabajo adoptar y que más beneficios aporta. Ya que te ayudará a barrer impurezas, células muertas, y dejará tu piel más suave y sana.
Para hacerlo, no es necesario que compres productos costosos o repletos de componentes artificiales. Puedes elaborar tú mismo un jabón exfoliante, natural y artesanal.
El secreto está en recubrir un jabón natural (que puedes hacer también tú o comprar en una tienda de tu localidad) con lana. Esto lo convierte en una esponja exfoliante suave. Además, la lana tiene la cualidad de ser antibacteriana, no crea moho y hace que su duración sea mayor.
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Materiales necesarios
- Barra de jabón natural
- Cuchillo
- Lana de los colores que quieras
- Recipiente
- Agua
PROCEDIMIENTO
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Es preferible que elijas un jabón de forma redonda; en caso contrario, recorta un poco las puntas para que no se escape por entre la lana cuando lo recubras.
Extiende la lana y coloca la barra de jabón en un extremo. Ahora ve envolviéndolo poco a poco.
Con una pieza de fibra más pequeña, envuelve ahora el jabón pero en dirección opuesta.
Una vez que ya esté liso, humedece la barra con agua caliente, y también tus manos.
Frota ligeramente la lana. Notarás que se pone jabonosa; esto hará que las fibras se entretejan entre sí.
Al enfriarse y empezar a secar, agrega un poco más de agua caliente y sigue frotando la lana en todos sus lados.
Una vez que esté firme, deja secar por, al menos, 12 horas.
¡Y listo!
Puedes usarla para ti mismo u obsequiarla.