Estas dos pequeñas casas en el bosque tienen diferencias, sobre todo a simple vista, pero también poseen mucho en común.
Una de ellas es cálida, bastante tradicional y utiliza materiales como la madera que siempre se ha empleado en regiones de bosque. La otra es minimalista, decorada con colores fríos, y tiene un diseño moderno, con ventanas ideadas para que la luz del sol ingrese directamente desde el techo.
Sin embargo, tienen muchas más cosas en común de lo que parece: ambas se encuentran en el bosque, cuentan con todas las comodidades necesarias en un espacio muy reducido, están pensadas para insertarse en el ecosistema con respeto y, lo más importante, permiten que las personas que las habitan vivan de la forma que desean, en contacto con la naturaleza, sin gastar más que lo necesario y sin ocuparse demasiado del mantenimiento del hogar.
La pequeña Malissa
La primera de estas casitas, llamada "Malissa", fue construida en 2012 y se encuentra en la localidad de Snohomish, en Estados Unidos.
Fue diseñada por sus propios dueños y pronto fue admirada por la creativa manera en la que aprovecharon los espacios pequeños. El dormitorio, por ejemplo, se encuentra elevado, y ocupa un poco más que el espacio del colchón.
Sin embargo, cuenta con ventanas a ambos lados, espacio para que dos personas guarden sus pertenencias, y más espacio para dormir en comparación con una cama tradicional.
La cocina, también elaborada por completo en madera, tiene apenas el tamaño de un pasillo; sin embargo, cuenta con más estantes y una superficie de mesada más amplia que muchísimas casas de mayores dimensiones.
Este esquema muestra la distribución interna de la pequeña cabaña.
Cabaña minimalista
Dentro de un bosque en Ottawa, Canadá, el estudio UUfie construyó esta cabaña moderna, de formas surrealistas y desafiando la idea que cualquiera tiene de una casita en el bosque.
Lo único que conserva de una cabaña tradicional es el clásico tejado a dos aguas. Pero adentro esconde grandes sorpresas.
La planta baja cuenta con grandes ventanales para aprovechar la luz natural, incluso la reflejada por la nieve. Los marcos de las ventanas imitan a los árboles de alrededor.
Los ambientes, mucho más pequeños que en cualquier casa, ¡parecen mucho más amplios por cuestiones de iluminación y perspectiva!
Cada una de estas casas tiene su personalidad, y a la vez comparten un concepto en común. Eso demuestra que siempre hay muchísimas maneras posibles de hacer las mismas cosas, y que todas pueden ser geniales.
¿En cuál de estas casitas te gustaría vivir?