A los seis meses de edad y cuando ya pueden sentarse erguidos por sí solos, se recomienda abandonar la lactancia materna exclusiva e introducir los primeros sólidos en la alimentación de los bebes. El “Baby Led Weaning” o “alimentación complementaria guiada por el bebé” es un método de alimentación en el que son los bebés los que auto regulan qué y cuanto comen, a medida que van descubriendo los alimentos. Es el pequeño quien decide.
El método consiste en ofrecerle al bebé trozos de comida del tamaño de su puño y permitir que él mismo los tome, explore y vaya probando sabores y texturas al llevárselos a la boca. De este modo y acompañado por un adulto, el bebe puede regular lo que come. También le aprender a masticar antes de tragar.
Si tu bebé ya tiene seis meses, puede sentarse por su cuenta, y notas que despierta un interés por la comida (te imita cuando comes, señala tu comida) puedes comenzar con el método. Al principio hay poco de masticar y tragar: los bebés comienzan por explorar. Se llevan la comida a la boca, la mastican y la escupen, aunque puede ser que algo se trague.
Nutricionalmente, esto no significa un problema porque aún recibe los nutrientes necesarios de la leche. En general, se nota como cerca del año el bebé empieza a comer más y a disminuir el consumo de leche, todo por decisión propia.
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Beneficios del "bay led weaning"
- Potencia el desarrollo de la motricidad fina. Los distintos olores, texturas y sabores de la comida estimulan los sentidos del bebé. Encontrarse con la comida, tomarla con la mano, llevarla a la boca, masticarla y tragar implica varios retos y estímulos que ayudan a su desarrollo. Además, ¡es un placer para todos sus sentidos!
- El bebé aprende a masticar antes de tragar. De este modo comprende que si algo no puede ser destruido con su boca, no debe tragarlo, reduciendo así el riesgo de ahogarse.
- Favorece la autonomía del bebé y le permite un control de su propio cuerpo. Puede decidir por si mismo cuanto y qué comer según su necesidad y a su propio ritmo, no a la velocidad que impone el adulto al servirle la comida en cuchara. Se respeta el ritmo evolutivo de cada bebé.
- Incluye al bebé en la dinámica social de la mesa familiar.
Sabrina y Juan practicaron el método con sus hijos Teo (5 años) y Félix (1 año).
“La autonomía es lo que más me gustó del método” cuenta Sabrina. También remarca una diferencia del "BLW" respecto del modo convencional: “Cuando empiezan a comer purés, lo primero que hacen cuando tienen algo en la boca es tragar. En cambio cuando tienen la comida en la boca y lo llevan de un lado a otro, masticando y manipulando, tragan la comida una vez que la deshacen y así evitan ahogarse”.
Éste es un aprendizaje importante si tenemos en cuenta que los bebés se llevan a la boca todo lo que encuentran, como juguetes pequeños. Sin embargo es común que los padres tengan miedo de que el niño se atragante. “Hay que dejarlos, hay miedo al principio pero cuando el bebé no puede tragar, tiene una arcada y trae la comida hacia adelante”. Con la compañía atenta de un adulto, no hay de qué preocuparse.
Juan señaló un aspecto conductual del desarrollo del bebé al practicar el método: “Creo que desarrolla mucho más la voluntad, el control de qué como, cómo lo como y qué agarro. El niño se vuelve mucho más seguro”. Al liderar su alimentación el bebé expresa su voluntad, mientras que en método tradicional se mantiene una actitud pasiva.
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¿Quieres comenzar con el método?
Se recomienda ofrecer los alimentos de a uno, para poder identificar si el bebé es alérgico a alguna comida y comenzar con comidas más blandas como una banana, o verduras cocinadas al vapor. Necesitarás de alimentos nutritivos presentados en el formato adecuado: sin sal y cortado longitudinalmente (nada redondo) del tamaño de su puño. Una vez que desarrollen la habilidad de agarrar cosas con sus dedos, en forma de “pinza”, puedes proseguir con comidas más pequeñas.
- Consigue un babero de silicona, fácil de lavar y con un bolsillo al final, así evitas que la comida caiga sobre su ropa.
- Siéntalo en una silla alta cerca de la mesa, junto al resto de la familia. El bebé también aprende de los hábitos de la familia.
- Ofrécele la misma comida que al resto de la familia, con las adaptaciones y precauciones necesarias.
- No les des de comer a la boca, ayúdalo en caso de que le cueste manipular vasos u cubiertos, pero permite que sea el mismo quien acerque las cosas a su boca.
- ¡Prepárate para el lío! Chupar, aplastar y destrozar la comida es parte del proceso de aprendizaje.