Cada vez son más las historias mediante las cuales podemos demostrar al mundo que aventurarse a cumplir el sueño de recorrer el planeta es posible. El ejemplo de muchos viajeros puede alentar a los demás a vivir de la manera que siempre soñaron, ya que existen tantos caminos diferentes como viajantes existen.
Además, y a diferencia de lo que muchos puedan quizás pensar, cada vez son más los que eligen invertir en viajes, y no en objetos de consumo. Así lo sostiene una investigación publicada en Journal of Positive Psychology al señalar una preferencia mayor por las experiencias, más que por las posesiones.
En este movimiento que estamos viviendo a nivel mundial, los jóvenes aparecen muchas veces como los protagonistas más destacados, aunque también se van sumando familias enteras que deciden compartir una aventura de viaje juntos. Pero no solo son más los que se animan, sino también que apuestan por hacerlo de una manera más responsable.
En este marco, Wwoofing (World Wide Opportunities on Organic Farms) aparece como una oportunidad para los que buscan cumplir su sueño de viajar y recorrer el mundo, pero quieren dejar una huella positiva en el planeta, ya que le brinda la posibilidad a los viajantes de vivir en contacto con la naturaleza, trabajando en huertas orgánicas. Se trata de una red internacional organizada para trabajar en granjas orgánicas en todo el mundo que establece un intercambio entre granjeros y viajantes, a través de la cual los voluntarios trabajan y reciben, comida y hospedaje.
El movimiento nació en 1971 en Gran Bretaña destinado a quienes se iniciaban en la agricultura orgánica, y fue creciendo en todo el mundo hasta que en el año 2000 se resolvió instalar esta gran red de contacto.
De esta manera, los viajantes conocen en profundidad el sitio adonde deciden ir, se involucran en las tareas habituales de los pobladores, conocen otras personas que también recorren el mundo, aprenden nuevos idiomas, y comparten el trabajo de la tierra: sembrar, alimentar animales, cosechar, desmalezar, entre otros. Los pobladores, por su parte reciben ayuda en sus tareas diarias y se enriquecen, a la vez, con las experiencias y conocimientos de habitantes de todo el mundo. ¡De manera que todos ganan!
Para sumarse a este movimiento, puedes hacerlo desde el propio sitio web donde encontrarás anfitriones de todo el mundo que estén en la búsqueda de voluntarios y podrás ofrecer tu trabajo a quien más se adecúe a lo que buscas.
Y tú, ¿qué tipo de viajero eres? ¡Anímate a viajar cuidando el planeta! Conoce nuevos sitios sin gastar dinero de más y aprendiendo más sobre las técnicas de la permacultura. Seguramente vuelvas con una nueva visión y con todo el entusiasmo para crear una huerta orgánica estés donde estés.