En los alrededores de la sede central de las Naciones Unidas, una marca deportiva en asociación con la organización social “Parley for the ocean”, presentó un par de zapatillas fabricado a partir de desechos plásticos provenientes de océanos.
Se estima que, cada año, 8 millones de toneladas de plástico terminan en los océanos. Hay 5 grandes puntos en toda la tierra donde se concentra esta basura. La mayor parte de los residuos se encuentran en “la isla de la basura” ubicada en el pacífico norte. La masa cuenta con una superficie de 1.400.00 km² y se estima que allí, además del plástico suspendido en la superficie, hay otros desechos atrapados. A pesar de sus características y de la magnitud de la misma, es imposible localizarla mediante radares.
Si bien es difícil estimar exactamente el número, en el 2012 un reporte de la WSPA (Sociedad Mundial Protectora de Animales) indicó que, cada año, entre 57.000 y 135.000 ballenas se enredan con los desechos marinos de plástico. A su vez, tortugas, peces, pájaros y otras especies son afectadas gravemente por este problema.
"Si no somos capaces de limpiar el plástico y detener la contaminación de los océanos vamos a estar enfrentando una potencial extinción de muchas especies marinas, la interrupción del ecosistema entero y un riesgo para quienes consumen alimentos provenientes del mar".
Esto lo dice “Parley for the oceans”, una organización que tiene como misión que científicos, medioambientalistas y marcas se unan con el fin de colaborar en proyectos para proteger y conservar los océanos.
Con este fin, en abril del 2015, una marca multinacional de ropa deportiva se asoció con la organización y, con apoyo de las Naciones Unidas, crearon un par de zapatillas usando materiales de desechos plásticos de los océanos.
Para esto, se colocaron barreras flotantes con forma de “V” en diferentes puntos estratégicos del planeta para lograr atrapar la basura que pasa por allí. Estas barreras se colocaron principalemente en los puntos de giro y las mismas no afectarán ni a la corrientes ni a los animales, ya que estarán flotando en la superficie.
El modelo fue creado a partir de hilos y filamentos de residuos oceánicos y redes encontradas en el mar. Representa en sí misma un gran ejemplo para implementar en otros artículos tanto textiles como electrónicos: la idea de la utilización de basura para la creación de materiales.
Estas zapatillas no son las primeras fabricadas a partir de basura. Un año atrás, tres jóvenes utilizaron desechos de una playa para crear un par de zapatillas. En esa ocasión, el proyecto se llamó “Everything you buy is rubish” y buscó generar conciencia, vinculando al consumismo con las grandes cantidades de basura generada.
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