Todo comenzó cuando los miembros del equipo sueco de la competencia Adventure Racing World Championship le dieron una albóndiga a un perro callejero que se veía hambriento. Éste los siguió desde entonces y recorrió junto a ellos 690 de los 700 kilómetros que comprendía campeonato. Los atletas le dieron a su compañero canino el nombre de Arturo.
El encuentro tuvo lugar en Ecuador, donde la competencia atravesó la región andina, el Pacífico y el Amazonas. Los atletas tuvieron que escalar, hacer treking, ciclismo de montaña y kayak durante varios días. Arturo fue junto a ellos durante todo el trayecto e incluso los defendió de otros perros callejeros y les dio aliento en los momentos más difíciles del campeonato.
Luego de darle la albóndiga, los atletas suecos partieron con otros equipos y no advirtieron que el perro los seguía hasta que volvieron a encontrarse solos. Hubo un punto del camino en el que tuvieron que tomar un descaso y Arturo estaba agotado. El equipo abrió dos latas de comida para él, ya que no podría encontrar alimento en la selva.
Cuando tuvieron que hacer el trayecto en kayak, se les aconsejó que no llevaran a Arturo, ya que podría ser peligroso. Pero en cuanto partieron, el perro comenzó a nadar detrás de ellos. "Nos rompía el corazón y sentíamos que no podíamos dejarlo, así que lo recogimos", relató el capitán del equipo, Mikael Lindnord, en el sitio oficial de los deportistas. "A veces se zambullía en el agua, nadaba un rato, y volvía a subirse helado, así que le dábamos nuestras chaquetas", agregó.
Luego de cruzar la línea de llegada, le curaron al perro una herida que tenía en la espalda. Tras semejante demostración de lealtad, el equipo decidió llevarlo consigo a su país natal. Esta solicitud fue aprobada por los gobiernos de Ecuador y Suecia. Actualmente, existe una fundación con el nombre de Arturo que tiene el objetivo de ayudar a que los perros abandonados se conviertan en valiosos para la sociedad.