Muy pocos días atrás, Donald Trump, presidente de Estados Unidos, volvió a tomar protagonismo en los medios del mundo por su decisión de realizar el primer ataque militar deliberado contra las fuerzas armadas de Siria. Los misiles fueron lanzados sobre la base aérea de Al Shayrat, en la provincia de Homs. El argumento fue que de allí partieron aviones responsables del "terrible ataque con armas químicas" - como se señaló desde Estados Unidos- en la localidad de Jan Sheijun.
El ataque de Estados Unidos, como contrapartida, no se quedó atrás: terminó con la vida de 6 personas (aunque se cree que podrían ser más) y provocó graves daños materiales. Por su parte, el presidente sirio, Bashar al Asad, ha negado haber utilizado armas químicas.
Desde la ONU, el secretario general, advirtió sobre el riesgo de que el conflicto se agudice e insistió en la necesidad de encontrar una solución diplomática.
"Consciente del riesgo de una escalada, pido contención para evitar cualquier acto que pueda profundizar el sufrimiento de los sirios", señaló el jefe de Naciones Unidas.
En Siria ya han muerto cientos de miles de personas y alrededor de 12 millones han sido desplazadas en búsqueda de un nuevo hogar desde el 2011. De hecho, muchas de ellas son niños y niñas que, al escapar, tienen otros destinos más trágicos aún, como la desaparición.
La decisión de Trump está en consonancia con otras medidas que ya viene tomando desde su gestión y que imponen al mundo una imagen de potencia que tiene en la guerra uno de sus más fuertes objetivos; teniendo en cuenta que las elecciones las ganó, además, con un discurso nacionalista que prometía "hacer grande" a su país.
¿Será éste un hecho aislado o el comienzo de una escalada de violencia?
¿Cómo reaccionó el mundo?
Las reacciones en todo el mundo, en general, coincidieron en el respaldo a Estados Unidos. Algunos de los países que más destacaron su apoyo fueron Reino Unido, Turquía, Israel. Por el contrario, tanto desde Siria, como Irán y Rusia repudiaron el bombardeo como una agresión ilegítima.
¡La población de Estados Unidos dice que "no"!
Mientras el mundo se debate, dentro del mismo Estados Unidos, habitantes de ciudades como Nueva York, Washington, Los Ángeles y San Francisco, salieron a las calles a manifestarse públicamente contra el ataque a Siria.
Llevaron carteles con mensajes que decían: "¡Paren la guerra y la violencia!", "¡Quiten sus manos de Siria!" y "Bombardear Siria no protege a las personas, las mata’".
Las protestas en su mayoría han sido organizadas por la Coalición ANSWER, una organización en contra de la guerra y el racismo; y ponen de manifiesto que hay muchos para quienes, dentro y fuera de Estados Unidos, la guerra y la violencia no son una opción posible para terminar ningún conflicto.
¿Tú qué opinas?