En una entrevista, la artista contó cómo fue atravesar sus problemas de salud mental y una serie de ataques de pánico producidos por el estrés y el agotamiento. “Me di cuenta de lo grave que podía ser ignorar las necesidades de mi cuerpo y mi mente”, expresó.

Fue cuando tenía alrededor de 20 años cuando JLo sufría ataques de pánico y lo que la llevó a replantearse su estilo de vida.

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“Hubo una época en la que dormía de tres a cinco horas cada noche. Estaba todo el día en el set y toda la noche en el estudio, y los fines de semana hacía giras promocionales y grababa videos. Tenía poco más de 20 años y me creía invencible”.

Un día cuando Jennifer se encontraba sentada en su motorhome, sintió que todo el cansancio y el estrés acumulado, junto con la falta de sueño, le empezaban a afectar. Explicó cómo, de pronto, pasó de sentirse completamente normal a quedarse bloqueada cuando comenzó a pensar en todas las cosas que tenía que hacer aquel día.

López contó que en ese momento “estaba congelada” y que no podía ver con claridad, que los síntomas físicos la asustaro, que tuvo mucho miedo y que no supo reconocer lo que le sucedía: “Ahora sé que fue un ataque de pánico clásico provocado por el agotamiento, pero en aquel momento nunca había escuchado ese término”.

Foto: Instagram @jlo.

Según explicó en el texto que mandó a sus suscriptores por correo electrónico, la artista se cuestionó su propia cordura hasta que un profesional de la salud la invitó a replantearse su estilo de vida. Sostiene que había permitido que el trabajo se convirtiera en el centro de su vida priorizándolo sobre su salud.

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Fue su guardia de seguridad en el set quien entró y la llevó al médico. Al llegar allí, la artista podía hablar de nuevo aunque, según relata, estaba aterrorizada: “Le pregunté al médico si me estaba volviendo loca. Me dijo: ‘No, no estás loca... necesitás dormir de siete a nueve horas cada noche, no bebas cafeína y asegúrate de hacer ejercicio si vas a tener este ritmo de trabajo”.

JLo sostiene que su filosofía de bienestar ya no se centra en tratar de evitar el envejecimiento, sino en estar a favor de la vida, promoviendo la vida saludable y equilibrada.

Fuente:

La Nación.