Ya para muy pocos es un secreto que en los zoológicos del mundo los animales viven en condiciones casi siempre lamentables, y en muchos casos sufren tratos crueles por parte de quienes se supone deben cuidarlos.
A principio de junio, un video causó polémica en las redes sociales: accionistas enojados del zoológico Safari Park, de la ciudad china de Yancheng, arrojaron un burro vivo a los tigres con el pretexto de ahorrar costos de alimentación, ya que el zoológico sufría problemas legales que impedía a los accionistas obtener ganancias.
Casos como este nos llenan de frustración a quienes sí queremos un trato digno a los animales.
Durante los últimos días también se ha vivido una polémica parecida, y es que este pasado 4 de agosto el fotógrafo español Miguel Morenatti (@MiguelMorenatti) tuiteó con indignación: "Así de crueles somos para nuestro divertimiento. Acostumbrados a vivir bajo cero lo encerramos en un infierno. Zoo de Budapest hoy 40º."
El tuit estaba acompañado por la triste imagen de un oso polar (de los que hay dos, Beily y Szeriy) abrazándose a grandes cubos de hielo, tratando de contrarrestar los efectos de la última ola de calor que azota a Europa, apodada «Lucifer». En algunos lugares el calor es tan intenso que se curvaron los rieles del tren y se tuvo que suspender el servicio, según informa el portal peruano El Comercio.
Y es que la crueldad contra animales en cautiverio no es algo que se observa solo en Europa. Ramiro González V (@irozzz79) tuiteó «Aquí en Barranquilla pasa lo mismo y no los quieren dejar trasladar», y lo acompañó con la foto de un oso sufriendo del calor que se vive en Colombia.
Lo peor de todas estas imágenes es que solo son una pequeña muestra del maltrato que sufren los animales en cautiverio en todas partes del mundo, y que la lucha por el respeto a la dignidad y los derechos de los animales es todavía muy larga.
Aun así, hay que reconocer que precisamente las redes sociales en las que se difunden estas imágenes son una herramienta importantísima para quienes desean crear conciencia al respecto y un medio que, sin duda, jugará un papel importante en el futuro del activismo por la dignidad animal.