eneatipo 1: ira y serenidad
El UNO padece la ira en todas sus variantes: irritación, frustración, resentimiento, impaciencia, intolerancia. Sin embargo, su insatisfacción solo se manifiesta en la tensión de su rostro y en el tono de su voz, porque no se permite mostrar una imagen imperfecta. El reverso de la ira es la serenidad. Sabiendo que la rabia será su continua compañera de viaje, puede aprender a relacionarse con ella, a no tomarla tan en serio y a encontrar en la naturaleza un sereno refugio.
eneatipo 2: orgullo y humildad
El DOS se resiste a reconocer sus propias necesidades o sufrimiento, mientras ayuda a los otros. Esto puede ser visto como soberbia, vanagloria, orgullo por la propia virtud. Está convencido de no tener necesidad de los demás y de que los demás, en cambio, tienen necesidad de él. El reverso del orgullo es la humildad. Cuando el DOS reconoce su verdadera motivación: ”doy para recibir”, es posible la transformación hacia un modo más genuino de dar.
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eneatipo 3: engaño y sinceridad
El TRES se construye una imagen con buena apariencia, que sea vendible, que sea ganadora. A esta tendencia permanente de mostrarse exitoso a partir de embellecer o manipular la realidad, la denominamos engaño o falsedad. El reverso es la veracidad y sinceridad. Este eneatipo irá encontrando el camino hacia la verdad, si mira de frente a las mentiras de su vida, sin maquillarlas ni enmascararlas.
Eneatipo 4: inseguridad y balance
La envidia en el CUATRO nace de la percepción de la falta de algo esencial. Esto lo lleva a pensar que los otros poseen cualidades únicas, de las que él carece. Se compara con los demás continuamente y, en ese proceso, no logra apreciar los muchos bienes que hay en su vida. Cuando consigue reunir la disciplina necesaria para nivelar la balanza de su vida emocional, puede convivir con equilibrio y sensibilidad en la vida real.
eneatipo 5: avaricia y objetividad
Luego de haber construido con esfuerzo su patrimonio intelectual y su mundo personal, el CINCO limita el contacto con los demás, se aferra a sus recursos y reduce al mínimo sus necesidades. Necesita disponer de un espacio propio. Como teme perderse si se deja compartir, manifiesta su avidez o avaricia en los ámbitos intelectual, afectivo, social, material. Sin embargo, necesita del distanciamiento porque le permite una capacidad ilimitada para escuchar y captarlo todo con objetividad.
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eneatipo 6: miedo y heroismo
El SEIS vive en un constante estado de preocupación por posibles acontecimientos. Este miedo puede deberse a causas internas o externas. Puede ser real o imaginario y puede relacionarse con realidades presentes o futuras. Como convive con el temor toda la vida, apela una sensibilidad muy desarrollada que le permite captar lo que flota en el ambiente y mitigar sus miedos. Es así que, en momentos de crisis, puede sacar a relucir su valor, mejor que cualquiera de los demás, adoptando actitudes heroicas.
eneatipo 7: estímilos y sobriedad
La desmesura o gula alude a una exagerada necesidad de diversión, de alegría, de bromas, a un insaciable deseo de llenarse de experiencias. El SIETE intenta superar el vacío interior realizando innumerables actividades estimulantes, aunque siente que nunca tiene suficiente. Su tarea en la vida es lograr sobriedad en la alegría. Esto es transitar cada momento y atravesar las dificultades, sin ignorarlas o negarlas, con profunda esperanza.
eneatipo 8: arrogancia y amabilidad
Al OCHO lo impulsa una necesidad constante de vehemencia, de dominio y expansión. La lujuria y la arrogancia de este eneatipo nacen de su pasionalidad y de su impulsividad; de la pretensión de estar en la verdad y de intentar imponérsela a los demás. Cuando logra reconocer y ver la propia debilidad en la inocencia del niño que lleva dentro, desarrolla su costado tierno y amable.
eneatipo 9: pereza y acción
La pereza del NUEVE hace referencia al deseo de no dejarse afectar por la vida. En tal sentido, vacila y lo aplaza todo para más adelante. Deja que otros tomen la iniciativa, con tal de no afrontar los problemas y evitar los conflictos. Pero, cada vez que toma una decisión, lo hace en momentos de absoluta claridad. Son formas de acción decidida, sin reflexiones ni dilaciones, sin el más mínimo atisbo de duda.