Hay momentos enla vida en los que todo se descontrola. No sabemos cómo llegamos a un punto enel que nos sentimos perdidos, sin rumbo y sin una idea de qué es lo que sigue.Comenzamos a navegar a la deriva, dejando que el tiempo pase y nuestrapasividad no hace sino intensificar el sentimiento de desasosiego ante la vida. 

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Esos momentos enlos que la vida se pone difícil son algunos de los más complicados queexperimentaremos, pues parece que no hay arriba, abajo y que incluso no haysoluciones porque ya perdimos el eje de cuál es el problema. Sin embargo, haycosas que siempre debemos tener en mente. No resolverá nuestros problemas porarte de magia, pero son la palanca que necesitamos para cambiar las cosas yencontrar el rumbo de nuestras vidas.  

No puedes cambiar el pasado

Buda dijo: “Es tu resistencia a ‘lo que es’ lo que causa tu sufrimiento”. Debemos aceptar que las cosas sucedieron, que éste es el presente y que no hay forma de revertir los hechos. Puedes cambiar las cosas para bien, pero siempre viendo hacia delante y no hacia atrás.  

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Tú haces el problema

Todo es cuestión de perspectiva. Si crees que es un problema, no podrás visualizarlo de otra forma. Es mejor pensar en soluciones en lugar de obstáculos y así podrás cambiar las cosas a tu favor. De la misma forma, no hay tal cosa como el fracaso, son lecciones que aprendemos para intentarlo de nuevo.  

Primero debes cambiar tú

Si ves que todo es complicado y no sabes qué hacer para cambiar las cosas, es mejor que primero cambies tú. Evalúa qué sucede contigo en ese momento, haz una lista de cosas que necesitas cambiar y no dejes que eso te desmotive, haz de ello una oportunidad para poner en orden las cosas.  

Aprecia el presente

Las cosas pueden ser bastante difíciles ahora, pero muchas veces somos nostálgicos del pasado porque no sabemos vivir el presente. Siempre hay algo bueno y eso lo debemos apreciar. Sujétate a lo que vale la pena y saca el mayor provecho de ello. 

Agradece tus miedos

Lo que nos da miedo se puede convertir en una excelente oportunidad para salir adelante. Las victorias sobre los miedos son más satisfactorias que una común y al lograrlas, nos damos cuenta que tal vez las cosas no son tan malas como parecen.  

No te compares

Mucha gente sufre porque en ese momento no es quién esperaba ser,  mientras que otras personas parecen haber cumplido sus sueños. Solo vemos una porción de la realidad. Ésas personas no viven la vida perfecta y tú no estás tan mal como crees. Cuando dejas de compararte con los demás, te das cuenta que ese tiempo será mejor invertido en ti. 

Las cosas cambiarán

No dejes que la frustración gane, las cosas parecen malas ahora, pero el cambio siempre es inevitable. Incluso puede que estés en un mal lugar porque antes todo era perfecto para ti y ahora parece imposible seguir adelante, pero así como un momento idílico terminó, los malos también lo harán.  

Hay gente que dice que todo pasa por una razón y que siempre encontrarás lo que quieras. Tal vez no se puede confiar en eso, pero nunca olvides que estamos en constante movimiento. Como personas crecemos, como humanidad nos transformamos e incluso en el espacio, la Tierra siempre está girando. Respira profundo y encuentra las bondades del ahora.