En general se habla mucho de las hormonas femeninas, como si fuera un tema en el que todo el mundo es especialista.
Sobre todo, se le suele adjudicar a las hormonas todo comportamiento extraño (especialmente si es malo) de las mujeres.
¿Mal humor? Hormonas ¿Triste? Hormonas. Es una explicación sencilla, pero no siempre cierta.
Estos son algunos datos que hay que conocer sobre las hormonas femeninas, para derribar mitos y hablar con propiedad.
1. No es sólo estrógeno
Generalmente, de la hormona que más se habla es del estrógeno. Tiene una razón: el estrógeno es la hormona femenina por excelencia. Es la que determina el género y tiene a su cargo funciones como el crecimiento de los senos y la maduración genital en la pubertad.
Sin embargo, hay muchas otras hormonas en juego. La progesterona es súper importante en el desarrollo del útero, y en el embarazo.
Las mujeres también tienen testosterona, aunque en menor cantidad que los hombres. Influye, entre otras cosas, en el impulso sexual y en el crecimiento de huesos y músculos.
Además de estas, que son las principales, hay muchas hormonas más que tienen un papel en el cuerpo femenino, regulando todo el resto de sus procesos.
2. Son diferentes en cada mujer
Como hombre, no te conviene creer que sabes todo sobre las hormonas femeninas porque has estado muchos años en pareja.
Cada mujer es diferente, y por ende, lo son sus niveles hormonales y cómo estos influyen en su vida.
Puede que algunas mujeres sientan el estereotípico mal humor antes de la menstruación, por ejemplo. Pero tal vez otras se sienten igual que antes, o diferentes en otras maneras. Generalizar es un error, porque hay tantas formas de influencia de hormonas como mujeres.
3. El ciclo menstrual varía
El proceso del ciclo menstrual, en los libros, es simple. Dura 28 días, en el medio del mismo se libera un óvulo. Si es fecundado, hay embarazo. Si no es fecundado, se desprende el revestimiento que el útero ha acumulado, y eso es el período.
Sin embargo, la realidad no es tan sencilla. No todas las mujeres tienen un período “regular”. El ciclo puede variar de acuerdo a la mujer, y eso no quiere decir que esté enferma o tenga algo mal.
Simplemente, hay mujeres que tienen el ciclo tal como dicen los libros y otras que no.
4. La menopausia es un proceso gradual
La menopausia es, dicho de modo fácil, que la mujer deje de ser fértil. Sin embargo, no es como apagar un interruptor.
Se dice que la mujer empieza en la premenopausia cuando los niveles de estrógeno y progesterona comienzan a fluctuar y se vuelven irregulares. Ese proceso empieza mucho antes de lo que crees.
A fines de los 30 y principios de los 40 ya comienzan estos cambios, y pueden durar años. Los sofocos y otros incómodos efectos secundarios vienen más entrada la menopausia, o incluso en la etapa post menopáusica.
5. Las mujeres no son sus esclavas
Vamos a decirlo simple. Es cierto que las hormonas juegan un papel importante en el cuerpo de la mujer, pero no provocan desequilibrios extremos.
Justificar todo cambio de humor de una mujer por su “estado hormonal” es una simplificación que, en muchos casos, justifica malos tratos hacia ellas.
Es bueno conocer que ciertos momento, como el período pre menstrual, las hormonas pueden afectar el estado de ánimo de una mujer, pero estos cambios no son lo único que lo afecta.
De hecho, las mujeres no son más esclavas de las hormonas que los hombres porque, si no lo sabías...
6. ¡Los hombres también las tienen!
Las hormonas están presentes en todos los seres humanos, en muchas medidas y siempre condicionan de una manera u otra nuestro comportamiento. Eso aplica tanto a mujeres como a hombres.
De hecho, así como las mujeres tienen dosis pequeñas de testosterona, los hombres también tienen estrógeno. Cuando el estrógeno en hombres se desequilibra puede favorecer enfermedades como la obesidad, la diabetes y el sobrepeso.
Así que ahora ya lo sabes. Las hormonas afectan nuestro comportamiento, pero no son la única excusa!