La falsificación de productos es un negocio real y que resulta muy rentable, a pesar de ser cuando menos deshonesto. Existen algunas falsificaciones cuyas ganancias llegan incluso a superar las de sus respectivos productos originales.
A estas alturas ya todos sabemos reconocer los bolsos y camisetas falsificadas, pero lo que no sabíamos es que pueden falsificarse productos alimenticios también. Ya que no es tan fácil detectar la falsificación de un producto alimenticio, te contamos cómo diferenciarlos.
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Guisantes
Los guisantes falsificados no son guisantes como los conocemos, son una mezcla de soja, guisantes de nieve, colorantes y metabisulfito de sodio, que está prohibido en muchos países. Para evitar comprar guisantes falsos, compra los productos más conocidos y que indiquen la región de origen del producto. También presta atención al color, si es un color antinatural, son falsos.
Canela
La falsificación de la canela es en realidad cassia, un pariente de la especia que es capaz de causar daños severos a la salud, pues sus efectos aromáticos generan dolor de cabeza.
Para evitar comprar cassia en vez de canela, fíjate en lo que dice el empaque. Si dice Cinnamomun verum, se trata de canela auténtica, si dice Cinnamomun aromaticum, es cassia.
Arándanos
En un estudio realizado por el Centro de Derechos del Consumidor de Estados Unidos se concretó que la mayoría de los productos que decían incluir arándanos, en realidad solo había una mezcla de almidón, aceite hidrogenado, colorantes y saborizantes.
Si en la composición del producto está presente el colorante indigotina (E132), lo más probable es que no haya arándanos reales entre sus ingredientes.
Agua mineral
Sí, incluso el agua mineral se puede falsificar. No quiere decir que el agua es "falsa", pero el agua mineral original se extrae de la fuente y es directamente embotellada. Las falsificaciones suelen ser una mezcla de agua de grifo, yodo y sal.
El agua mineral original indica su fuente natural e indica para qué puede ser administrada. También asegúrate de que la etiqueta esté bien pegada, la tapa bien enroscada, así como las letras bien impresas.
Nata montada
Tal vez hemos estado consumiendo una falsificación de la nata todo este tiempo. La nata montada que compramos con frecuencia es en realidad una mezcla de aceite de coco, jarabe de maíz y saborizantes, y aunque contiene leche, su concentración suele ser muy baja. Para asegurarte de que está consumiendo nata montada real, mira si la etiqueta dice “nata” y no “grasas vegetales” o “azúcar”.
Vieiras
La vieira es un molusco bivalvo que se consume como manjar y suele ser extremadamente caro. Incluso los chef gourmet no saben cómo luce originalmente, por lo que se ven expuestos a la venta de carne de raya, caballitos de mar e incluso hongo blanco.
Las vieiras verdaderas se sirven con concha, es imposible falsificar la concha, así que si te las sirven sin concha, ya sabes que no es real. Además, las vieiras falsas presentan un color rosa o beige.
Para evitar ser engañado e incluso poner en riesgo tu salud con ingredientes adulterados, es necesario que nos informemos sobre los indicadores de que un producto es falso y nos lo venden por verdadero. No quiere decir que debes obsesionarte con la autenticidad de todo que comes, pero tomar algunas medidas te ayudará a asegurarte de que lo que llevas a tu boca es real.
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