En los últimos años, el uso masivo de tabletas, móviles y ordenadores, junto con la falta de juegos al aire libre y el poco hábito de lectura, están haciendo que los niños vean cada vez menos y peor.
Expertos advierten sobre el continuo aumento en los problemas de visión en la edad temprana. Estudios realizados en jóvenes de España en 2018 confirman que seis de cada 10 son miopes, es decir, un 62,5 %.
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¿Cómo detectar problemas en los niños?
El uso continuo de los dispositivos electrónicos afecta a la población infantil, provocando síntomas como irritación y enrojecimiento ocular, migraña, cansancio y fatiga visual.
Según explican los expertos, las pantallas de estos dispositivos emiten luz azul, que afecta a la retina y a las células de la mácula, encargadas de aportar una visión precisa y con detalles.
Aún así, algunos expertos señalan que el uso moderado de pantallas podría ser positivo, ya que puede llegar a mejorar el rendimiento en una serie de tareas que exigen atención visual, como la identificación de objetos en movimiento, la coordinación ojo-mano, el almacenamiento temporal de información visual, y el tiempo de reacción.
Por lo tanto, su uso no debe contraindicarse completamente pero sí restringirse. El tiempo de uso recomendable es inferior a dos horas diarias.
Recuerda que muchos niños no se quejan, pero debemos estar atentos a las señales de manera tal que, si hubiera algún problema, no pase desapercibido.
Los problemas visuales más frecuentes en la infancia
Ojo vago
La ambliopía u ojo vago afecta de un 2 a un 5% de la población y es una de las causas más comunes de pérdida de visión en los países desarrollados. Hay que estar alerta si el niño es prematuro o hay antecedentes de ojo vago en los familiares, problemas de refracción o de retina. Es importante diagnosticarlo cuanto antes.
Aunque suele ser asintomático, algunos signos pueden ser dolores de cabeza o de cervicales. Además, es posible que un niño que padezca esta condición se salte palabras o confunda letras cuando haya aprendido a leer.
Mala alineación de los ojos
El estrabismo afecta a entre un 3% y un 6% de la población. Es necesario diagnosticarlo a tiempo, ya que una de sus causas es la ambliopía que, en niños, puede corregirse con tratamiento, mientras que no puede corregirse en edad adulta.
Algunos de los signos pueden ser:
- Mala alineación de los ojos
- Los ojos no se mueven a la vez hacia la misma dirección.
- Inclinación de la cabeza hacia un lado para mirar a puntos concretos.
- Guiña los ojos o se los frota habitualmente.
- El niño tuerce o cierra un ojo para enfocar.
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Problemas de refracción
Los defectos de refracción (astigmatismo, miopía e hipermetropía) afectan alrededor del 20% de los niños.
La miopía aparece a menudo alrededor de los 6 años y suele dar algunos de los siguientes síntomas:
- Entornar los ojos para enfocar a larga distancia
- Confundir personas que se encuentran a una distancia más o menos lejana
- Preferir actividades para las que se requiere el uso de visión cercana
- Acercarse los objetos para verlos o leer
- Mirar la televisión o el ordenador de muy cerca
- Entrecerrar los ojos para enfocar
- Dolores de cabeza, cansancio visual e inclinación de la cabeza hacia atrás
La hipermetropía suele ser fisiológica, por lo que está presente en la mayoría de niños al nacer. Sin embargo, desaparece a medida el ojo crece. En algunos casos, sin embargo, puede persistir de por vida. Si se trata de una hipermetropía elevada no corregida, puede provocar ambliopía o estrabismo.
Puede provocar síntomas como:
- Dolor de cabeza al realizar actividades de visión cercana
- Cansancio ocular tras realizar este tipo de actividades
- Enrojecimiento
- Inclinación de la cabeza hacia atrás
- Entrecerrar los ojos para enfocar
- Estrabismo
Otras señales de problemas de visión pueden ser el mal rendimiento del niño y la falta de atención y concentración, manchas blanquecinas en la zona de la pupila, molestia frente a la luz, enrojecimiento de los ojos, posiciones no naturales de la cabeza para enfocar, así como la dificultad para distinguir los colores.
Ante cualquiera de estos síntomas, es imprescindible llevarlo con un oftalmológo para realizar una revisión completa y detectar cualquier defecto visual.
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