¿Sabías que el 90% de los casos de cáncer de piel que se detectan a tiempo pueden ser tratados? He aquí la importancia de una detección temprana y de saber cómo cuidarnos. "La excesiva exposición al sol y no cumplir con las medidas de foto protección son los principales causantes de esta problemática", afirma el Dr. Matías Maskin, médico especialista en dermatología de CEMIC.
Existen factores de riesgo que hay que tener en cuenta para poder prevenirlo. Las pieles blancas, por ejemplo, son las que tienen una menor protección contra los rayos UV debido a que poseen menos pigmento (melanina). También quienes tienen el cabello claro o rojo, ojos claros o múltiples pecas.
Haber presentado una o más quemaduras solares intensas, sobre todo durante la infancia, es otro de los factores. Además, el daño al ADN es acumulativo con el paso del tiempo. Quienes viven cerca del Ecuador o en lugares con mayor altitud también poseen más riesgos, ya que los rayos solares son más directos en esas zonas. Estos son algunos de los factores a prestar atención.
lunares: la clave para detectarlo a tiempo
Según los especialistas, hay un signo clave para detectar el cáncer de piel a tiempo: los lunares. Poseer más de 50 en todo el cuerpo también incrementa el riesgo. Si bien son marcas que, por lo general, son benignas y aparecen durante la edad adulta, debemos estar atentos ante cualquier cambio visible. Incluso, si ha aparecido uno nuevo recientemente.
Se recomienda visitar al dermatólogo una vez al año para que realice el chequeo de lunares. Ahora bien, uno también puede hacer un seguimiento en casa. La Roche-Posay, en su campaña #SALVATUPIEL, recomienda aplicar la siguiente guía. Si uno o más de estos puntos se aplica a un lunar, es importante que lo hagas revisar por un dermatólogo. Un lunar es sospechoso cuando:
A: Asimetría
En lugar de ser esféricos, estos lunares cuentan con una falta de simetría, es decir, una desigualdad entre las partes del mismo.
B: Bordes irregulares o mal definidos
Posee un contorno borroso e irregular, no pudiendo definirse claramente dónde comienza y dónde termina.
C: Color heterogéneo
En este caso, el lunar presenta diferentes colores, como café, negro o rojizo, distribuidos de forma irregular.
D: Diámetro mayor a 6 mm
Es decir, mayores que el tamaño de la goma de borrar de un lápiz.
E: Evolución
Cualquier cambio en el tamaño, forma, color, o la aparición de algún signo llamativo, como dolor, sangrado o ulceración.
Aplicá una crema con factor de protección solar
Debemos proteger la piel en todas las estaciones del año. Sin el factor de protección solar adecuado, la exposición excesiva a los rayos UV puede generar graves consecuencias para la salud, pudiendo llegar a causar melanoma.
Existen tres tipos de rayos UV, aunque sólo dos atraviesan la capa de ozono. El 95% son los UVA, que penetran a través de las ventanas y las nubes. Éstos pueden causar arrugas y, en el peor de los casos, cáncer. Llegan a alcanzar y dañar el ADN. Además, están presentes incluso en invierno, desde el amanecer hasta el anochecer.
Los UVB son más fuertes entre la 1 y las 4 de la tarde, especialmente al mediodía. Llegan a la epidermis (primera capa de la piel) y pueden causar quemaduras.
Para cualquiera de los dos casos, es fundamental cuidar nuestra piel con un producto que la proteja con el aval de los expertos. Se recomienda aplicar la línea Anthelios de la Roche-Posay, enfocada en el cuidado de pieles sensibles. Además, es importante evitar los horarios en los que el sol estará más fuerte y consultar a un especialista ante cualquier duda.