La pesadilla de cualquier padre es que a alguno de sus hijos le pase algo malo. Es lógico, y por eso, lo mejor que se puede hacer es estar prevenido.

No hablar siquiera de la posibilidad de que algo suceda no lo hace menos real. Al contrario, sólo sirve para que, si pasa, nos encuentre desprevenidos y sin saber qué hacer.

Por eso, te explicamos cómo reaccionar ante cuatro situaciones graves que pueden pasarle a un niño. Saber qué hacer en esos primeros minutos es lo que puede salvarles la vida.

Atragantamiento

Si un bebé lactante se atraganta (maniobra de Heimlich para bebés)

Lo primero que debes saber es que, ante un atragantamiento, la reacción normal es la tos. Significa que está entrando aire, y que el cuerpo está intentando expulsar el objeto extraño por su cuenta.

Por eso, si el niño tose no deberías interferir, pero sí estar muy atento. Si ves que deja de toser, y no puede ni llorar ni respirar, llama a Emergencias Médicas de inmediato. Mientras llegan, sigue los siguientes pasos:



Si un niño mayor de un año se atraganta (Maniobra de Heimlich para niños)

Igual que con los bebés, la tos es signo de que el cuerpo está pudiendo con el problema. En cambio, si el niño de toser y se lleva instintivamente las manos al cuello, es porque se está atragantando.

Lo que debes hacer en ese caso es:


Pérdida de conocimiento

Si el bebé o niño pierde el conocimiento, cualquiera sea la causa, lo primero que debes corroborar es si respira.

Si no lo hace, llama a emergencias de inmediato (si estás con alguien, pídele a otra persona que lo haga para ganar tiempo) y comienza con la reanimación básica:


Convulsiones febriles

Las convulsiones febriles son una respuesta del cerebro del niño ante la fiebre, y pueden ocurrir en niños sanos entre seis meses y cinco años de edad, siendo más habituales entre el primer y el segundo años de vida.

Es habitual que aparezcan el primer día de fiebre por infecciones virales y puede resultar una situación muy estresante para los padres, por eso es muy importante saber cómo reaccionar.

Lo que hay que hacer si el niño comienza a convulsionar es:


Después de una convulsión el niño estará igual que antes y no tendrá secuelas por el episodio. Sin embargo, si se repite o se nota un cambio en la actitud y el ánimo del niño, es preferible volver a recurrir al médico.

Quemaduras

Antes de hablar de primeros auxilios de quemaduras, es muy importante saber que las mismas pueden tener tres grados.

Las de primer grado son menores, y generalmente se pueden tratar en casa sin tener que recurrir al médico. En cambio, las de segundo grado (especialmente cuando se trata de niños pequeños) y las de tercer grado requieren una urgente visita al médico.

Lo que se debe hacer en los primeros minutos después de la quemadura es:


Debes saber que no debes aplicar ningún tipo de ungüento hasta que haya pasado la inflamación y puedas determinar que es una quemadura pequeña y de primer grado. Sino, no apliques nada y ve al médico.

Si hay ropa impregnada en la quemadura, no la quites. Puedes agravar la herida.