Todos sabemos que el agua es fundamental para la vida. De hecho, más de la mitad de nuestro cuerpo está formado por ella. Por eso, aunque podríamos sobrevivir sin comer durante varias semanas, no podríamos permanecer con vida sin beber agua.
Pero en relación a ella, no todo es tan claro como podría parecer. El mundo vive cada vez una mayor escasez de reservas de agua dulce, lo que se suma a la contaminación, el derroche, y la multiplicación de enfermedades vinculadas con el agua segura que afectan, sobre todo, a quienes menos tienen.
Por eso, en esta nota compartiremos contigo algunas preguntas que deberías hacerte sobre el agua que estás bebiendo en tu casa.
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¿Cuánta agua se debe beber?
La cantidad de agua que se recomienda (8 vasos por día) varía según la persona, la época del año o la actividad física que realice. Algunos, por ejemplo, si siguen dietas con una amplia cantidad de frutas y vegetales, pueden no precisar de tanta agua para reponer los líquidos que se eliminan por la orina, las heces, la respiración y el sudor.
¿Hay que sentir sed para beber?
La sed es la señal del cuerpo que nos indica que necesitamos beber agua, por lo tanto es importante hacerlo cada vez que lo sintamos. Muchas veces creemos que tenemos hambre cuando en verdad tenemos sed. Por eso, siempre se recomienda tomar la costumbre de llevar una botella con agua, especialmente si estaremos al sol o haremos actividad física.
¿Qué sucede si se bebe más o menos agua de la recomendada?
Beber poca agua puede llevar a un bajo rendimiento, ya que puede generar deshidratación. Si se bebe de más, quizás podamos sentir mayor retención de líquidos, pero no sucede nada realmente grave. Para regularlo, el mejor indicador es la sed.
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¿Todas las aguas son iguales?
No. Las cualidades del agua cambian por factores como la presión, la temperatura, la radiación electromagnética, entre otros. Por eso no es exactamente igual el agua de lluvia, el granizo, la nieve, etc.
¿Cuál es el agua más saludable?
No es aquella que viene embotellada, sino la que proviene de una fuente fresca y pura. Pero esto no es posible en todos los lugares del mundo. De hecho, solo lo es en unos cuantos, y muchos solo acceden a ella comprándola embotellada. Por eso es tan necesario cuidar el ambiente, para que disponer de agua segura sea realmente un derecho de todos.
¿Cómo saber si el agua es buena?
La mejor manera es chequear que sea incolora a la vista, inodora al olfato e insípida al sentido del gusto. Sin embargo, si estás en un sitio que no conoces, especialmente si te encuentras de viaje, consulta con los habitantes del lugar si el agua es potable. De lo contario, podrías enfermarte.
¿Es seguro el envase plástico del agua?
La realidad es que ningún contenedor plástico es completamente seguro. En las botellas deberías encontrar un número dentro de un triángulo que es el que indica el tipo de plástico del que se trata. Evita las que contengan el número 3, 6 y 7, ya que incluyen bisfenol A, disruptor endócrino. El vidrio es el material más recomendable.
¿Se puede beber el agua del grifo?
Esto dependerá del sitio del que se trate. En muchas ciudades el agua del grifo está tratada, pero en otros sitios no. Además, aunque se le haya realizado un tratamiento para su potabilización, algunos residuos como microplásticos podrían encontrarse en ella. Por eso, muchas personas optan además por filtros domésticos de agua.
¿Es recomendable beber agua mientras comemos?
Lo más recomendable es hacerlo antes y después, pues no solo con los alimentos ya estamos incorporando agua, sino también porque durante la digestión que comienza en la boca secretamos jugos y líquidos que es preferible no diluir.
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