El machismo no es para nada una cuestión solamente teórica. La mayoría de nosotros (seamos hombres o mujeres) crecimos rodeados de parámetros machistas que, incluso, adoptamos como "naturales". Por ejemplo, muchos de nosotros jugamos de pequeños con "juguetes para niños o para niñas".
Pero hoy, muchos de esos parámetros machistas se están poniendo en cuestión. Las mujeres se han ido empoderando poco a poco, haciéndose escuchar y uniéndose para generar mejores condiciones de igualdad.
Aún estamos en un tiempo de transición, por eso muchos machismos o micromachismos no son tan fáciles de percibir incluso para quien lo está reproduciendo. Por eso es importante poder ir deconstruyendo y construyendo, a la vez, nuevos lugares más igualitarios.
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Un ejemplo del machismo que sigue reinando aún en lo más pequeño y sencillo de lo cotidiano es el "Mansplaining".
"Mansplaining" es un término creado por una periodista y escritora estadounidense llamada Rebecca Solnit. La palabra se refiere al hábito que tienen los hombres de explicarles cosas a las mujeres, aunque ellas no pidan explicación o incluso sean expertas en el tema.
Esto, aunque a veces pueda parecer muy insignificante, en verdad deja a las mujeres en un lugar relegado y al hombre, por el contrario, le da autoridad como el "portador de significado".
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La escritora desarrolló esto en un artículo publicado en el 2008 titulado “Men explain things to me” ("Los hombres me explican cosas"). En él criticó el "Mansplaining" como el hábito masculino de explicar cosas a las mujeres, usando por lo general un tono paternalista y condescendiente.
De hecho, algunos trabajos demuestran que, en un grupo los hombres hablan durante más tiempo y en más ocasiones que las mujeres, como señala Julia Baird en The New York Times.
Fuentes: