En el corazón delCentro Histórico de la Ciudad de México se encontraba el consultorio ambulantedel Profesor Avilés. El único (según él) estudioso de la medicina china yazteca juraba que el té de hormigas chinas que él preparaba podía curar ladiabetes. Además también decía que era capaz de curar el cáncer, el colesterol,remas, lupus, gastritis, alta presión várices, úlceras, asma, embolas, gripe,dolor de cabeza, infartos y hasta el sida.
Los estudios milenarios del profesor (no doctor) Avilés son una de las razones por las que la medicina alópata ha buscado regular la industria medicinal en todo el mundo. Y es que expertos naturistas cuyos estudios buscan remedios para afecciones sin el uso de químicos o fármacos, tienden a caer en la misma credibilidad que la de un hombre que jura que un té de hormigas chinas puede curar casi todas las enfermedades que están de moda.
Hace poco Barcelona fue sede para la Asociación Española de Médicos Naturistas, entre la que se encuentran doctores certificados, acupuntores, homeópatas y más. Ellos buscaban responder a los ataques orquestados en su contra, mismos que según ellos fueron hechos para invalidar sus prácticas.
¿Por qué se suele decir que la medicina natural no tiene fundamentos científicos?
Desde hace un par de siglos la medicina alópata ha buscado el rigor científico para validar los efectos de sus tratamientos. Pruebas y resultados objetivos que demuestran con hechos las cosas. Por otra parte, la medicina naturista, que goza de historia que se puede remontar a miles de años, no tiene estudios tan concisos como los de la medicina alópata, por lo que justificar sus resultados es mucho más difícil.
La medicina alternativa, sin embargo, tiene argumentos concisos como el que el control de los fármacos es un monopolio que busca todo menos el bienestar de los usuarios: "Las prepagas y la industria farmacéutica se han adueñado de la rentabilidad del trabajo médico. Sus normas son empresariales y no basadas en el bien de los pacientes, sino en el beneficio de la empresa".
Las palabras anteriores vienen del libro “Sana sana, la industria de la enfermedad”, en el que se presentan y responden los ataques de la medicina alópata contra la naturista, sobre todo la homeopática. Parece que se trata de una guerra sin fin, pero muchos comienzan a tener un acuerdo al que se puede llegar: uso de medicina alternativa mientras no interfiera ni sustituya a la ciencia y pruebas objetivas.
En definitiva, la medicina alternativa puede curar un dolor de cabeza o un resfriado, ya sea porque es uno leve que no responde a una enfermedad más grave, o porque es uno al que la medicina tradicional no le encuentra solución y la alternativa sí. Intentar con la medicinal alternativa no significa desestimar a la medicina alópata ni sostener que no es necesario ir a un médico tradicional. Consultar a un médico siempre es la mejor opción cuando nos encontramos ante una enfermedad que la medicina tradicional sabe cómo tratar correctamente y nos da respuesta. Sin embargo, quizás eso tampoco debería significar desestimar todo lo que puedan aconsejar los expertos en lo alternativo, que en muchos casos tamibién asumen su tarea con responsablidad.
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