Los juguetes son el entretenimiento preferido de la gran mayoría de niños y niñas. Por lo que pasan la mayor parte de su tiempo jugando con ellos. Pero los juguetes son mucho más que objetos, a través de ellos los niños aprenden acerca de la realidad; lo que implica que crean su identidad y su visión acerca de lo que los rodea en cierta medida a partir de los juguetes. Es por ello que los adultos deben estar atentos a los juguetes con los cuales los más pequeños tienen contacto.
Ya hace algún tiempo, se tiene por inapropiado que lo niños tengan contacto con armas de juguete, porque podría normalizar la violencia. Esto obedece a un principio básico, a través de los juguetes los niños representan y aprenden acerca de la realidad. Así, los juguetes pueden tener una repercusión importante en cuanto a la estima propia de los niños y esto es lo que plantea un reciente estudio.
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Imagen corporal irreal
Los especialistas apuntan que a través de los juegos y los juguetes los niños y niñas representan la realidad y ensayan las dinámicas sociales para el futuro. Así, el hecho de que las niñas jueguen con muñecas con cierta tipología corporal tiene un impacto importante en la construcción mental que tienen del mundo y de sí mismas; pues a partir de esta figura juzgarán y se juzgarán.
Esto acarrea una importante problemática, pues la imagen corporal más usual de las muñecas es sumamente irreal, lo cual ocasionará sin duda problemas de autoestima, al no poder alcanzar el estereotipo que se han planteado. Esto sin mencionar la limitada variedad de razas e identidades de género que se pueden percibir en estos juguetes.
Los resultados obtenidos en estudio realizado en la Universidad de Durham en el Reino Unido son muy claros. La imagen de muñecas sumamente delgadas tiene un impacto altamente negativo en niñas de hasta 5 años de edad. En este estudio, también se apunta que no solo se trata del estereotipo expuesto con las muñecas, sino que este mismo estereotipo se fortalece a través de las redes sociales y los medios en general; lo que resulta en la creación de una imagen comparativa inalcanzable y, por lo tanto, altamente negativa.
Consecuencias para la vida
La insatisfacción es lógica. A través de las muñecas, las niñas crean un modelo mental a seguir; pero que difícilmente puede ser alcanzado. Esto genera insatisfacción, ansiedad, posible depresión y podría provocar trastornos alimenticios como bulimia y anorexia.
Así mismo, la industria de las muñecas ha mantenido un estereotipo de identidad de género que es en exceso limitado. Otro factor que favorece la baja estima y la poca aceptación por parte de las mujeres; sobre todo cuando estas han estado en contacto con este tipo de juguetes en los primeros años de vida, cuando se absorbe con mayor facilidad los estereotipos y conductas.
Sin duda que esto es un llamado de atención para la industria y ayuda a comprender mejor cómo es que se han construido estereotipos tan irreales en nuestra sociedad.
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