Se le cataloga como el primer fármaco contra el COVID-19. Muchos reciben están noticia con esperanza. Millones de personas en todo el mundo anhelan un tratamiento contra este virus. Lo cierto es que muchas pruebas demuestran su efectividad.

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La buena noticia viene de parte de investigadores del Reino Unido, quienes han observado buenos resultados con el uso de dexametasona. Además, todo indica que si se combina con oxígeno mejora notablemente los resultados.

Una oportunidad para pacientes graves con infección de COVID-19

El estudio realizado por un médico de Gran Bretaña deja algo en claro: este medicamento sirve para pacientes en estado grave. No ha demostrado mayores éxitos en pacientes que no tienen condición de gravedad.

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Lo anterior significa que este fármaco debe usarse en personas con síntomas muy acentuados. Al parecer, cuando la enfermedad está muy avanzada la dexametasona logra inhibir los efectos del virus.

Por lo tanto, no es un tratamiento preventivo. No obstante, es una gran alegría saber que se cuenta con una alternativa para quienes están en fases extremas de este trastorno de salud.

Un tratamiento inesperado en medio de la pandemia

Se han tanteado muchas alternativas para tratar este virus. Por ejemplo, se ha dicho que es necesario ubicar a los supercontagiadores del coronavirus para frenar el ritmo de contagios. No obstante, esta iniciativa no ataca directamente al vector infeccioso.

Incluso, se han planteado cosas como un tratamiento con cannabis contra el coronavirus. Sin embargo, este medicamento ha sido probado en personas del Reino Unido con buenos resultados. Por ende, hay muchas esperanzas en su utilización.

Es así como se abre una luz de esperanza para controlar esta pandemia. Hay que recordar que muchos laboratorios trabajan en una posible vacuna. No obstante, en este caso los resultados provienen del tratamiento directo con pacientes.

¿Qué es exactamente la dexametasona?

Es un medicamento descubierto en el año 1957 y con bastante uso en la comunidad de la salud. Se trata de un cortocoseroide, de excelentes efectos antiinflamatorios. Igualmente, tiene un detalle: es muy usado para tratar las alergias.

Su característica esencial es que suprime la respuesta anti-inmune. ¡Y justo este es uno de los problemas con el coronavirus!

Sucede que este virus desencadena una reacción inflamatoria en los pulmones, los cuales se ven así impelidos de hacer su labor.

En dado caso, las estadísticas muestran lo siguiente: 1 de cada 8 pacientes muy graves (ya considerados terminales) han logrado recuperarse. Igualmente, este dato tiende a aumentar si el tratamiento se complementa con oxígeno.

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¿Tenemos una solución al coronavirus? Esta medicina promete complementar las medidas ya existentes: distancia social, higiene constante, etc. Sin duda, es un paso adelante para vencer esta enfermedad. ¡La humanidad puede lograrlo!

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