La vagina es una de las regiones más sensibles del cuerpo de la mujer. Al ser un conducto fibromuscular elástico, con el correr de los años va volviéndose más delicado y sufriendo algunas modificaciones. Por ejemplo, puede perder firmeza, producir menos lubricación natural e incluso puede aumentar la predisposición a infectarse.
Aunque éste es un proceso natural del cuerpo de cada mujer, para algunas, especialmente luego de un embarazo, los cambios en la vagina pueden resultar incómodos. Por eso, muchas optan por tratamientos contra el envejecimiento que no siempre resultan lo suficientemente seguros.
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Pero algunas famosas como Chrissy Teigen o Gwyneth Paltrow han dado a conocer un truco secreto que utilizan en la intimidad de su hogar. ¿De qué se trata?
¡Del baño de vapor vaginal! No es algo novedoso, claro está; pero sí parece ser efectivo.
Un baño de vapor vaginal tiene muchos beneficios:
- Oxigena y revitaliza los tejidos.
- Retarda el envejecimiento de la piel.
- Ayuda a limpiar los genitales. Elimina toxinas e impurezas.
- Estimula la circulación.
- Alivia dolores.
- Trata desequilibrios hormonales.
- Relaja los músculos del suelo pélvico.
- Regula el ciclo menstrual.
¿Cómo hacerlo?
- Hierve 4 litros de agua filtrada. Si vas a utilizar hierbas*, agrégalas y hierve por 10 minutos más. Deja reposar por 5 minutos.
- Coloca una toalla alrededor de la cintura sobre el recipiente. Siéntate de modo que el vapor llegue a tu zona íntima.
- Deja actuar de20 a 40 minutos.
- Se recomienda tomar baños de vapor vaginal 1 ó 2 veces cada 6 meses. No se recomienda en mujeres embarazadas ni hacerlo durante el período menstrual.
- No se debe acercar mucho el cuenco con agua para no quemarse. Se debe evitar que el agua esté demasiado caliente.
*Se pueden agregar también algunas hierbas como: pétalos de rosa (propiedades astringentes, antiinflamatorias y antisépticas), romero (propiedades astringentes, antiinflamatorias y antioxidantes) o lavanda (elimina bacterias responsables de infecciones vaginales), entre otras.
Sin embargo, algunos profesionales indican que esta técnica podría resultar peligrosa, ya que podrían generarse quemaduras o dañar las bacterias naturales de la zona. Por eso, lo mejor que puedes hacer antes de aplicarla es consultar con tu ginecólogo/a de confianza.
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