Entre los fuegos artificiales, las luces de colores, el desfile y la performance de artistas y bailarines, hizo su paso por los Juegos Olímpicos el cambio climático.

Ya había tenido también su aparición central en los Oscar de la mano del actor Leonardo Di Caprio, ahora vuelve a posicionarse ante grandes audiencias en la ceremonia de apertura de Río 2016 el pasado viernes, mediante un discurso que oyeron 3 millones de personase imágenes sobre la emisión de dióxido de carbono y el aumento del nivel del mar por el derretimiento de hielos. 

Uno de los directores creativos de la ceremonia de apertura fue Fernando Meirelles, director de "Ciudad de Dios"; de ahí también el tinte crítico que tuvo el espectáculo montado en el país donde la realización de los Juegos fue (y sigue siendo) objeto de crítica por parte de la población. 

La esclavitud, la división de clases y el calentamiento global fueron abordados de manera artística en la fiesta inaugural de los Juegos. Un desfile de personas con grillete, la construcción de edificios y "favelas" (asentamientos precarios), y un video con imágenes alusivas al daño al ambiente, fueron algunas de las estrellas que brillaron por detrás de los atletas durante el espectáculo que fue narrando la historia de Brasil.

Además, los más de 11 mil atletas entraron al estadio Maracaná con una semilla que plantarán para conformar el "Bosque de los Atletas". Por eso, también, otro punto central en el espectáculo fue la selva tropical del Amazonas que sigue sufriendo a causa de la deforestación.

“Cada atleta tendrá un árbol en Brasil. Esperemos que en unos dos años tendremos un maravilloso bosque Olímpico”, explicó Marco Balich, director de producción de la Ceremonia. 

Al final, la imagen de un niño perdido en un laberinto que encuentra una flor en el suelo, representando la esperanza de que un futuro mejor es posible, y que es responsabilidad de todos tomar el compromiso de hacerlo realidad.

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