Los planes alargo plazo siempre son una apuesta que se ve con sospecha, requiere invertirrecursos para algo cuyo resultado se demostrará dentro de muchos años.
Esopuede ser visto en una relación, en la educación de alguien y también en laspolíticas públicas. Siempre que el gobierno o alguna dependencia de este buscancrear algo a largo plazo tienen detractores, a veces es la gente y a veces sonotras agencias gubernamentales.
Un ejemplo es justamente lo que está pasando en Reino Unido con respecto a la obesidad, que el gobierno ve como una epidemia.
El departamento de salud pública buscar solucionarla con un polémico plan: enviar a más de dos millones de personas que sufren de obesidad a clases de cocina y ejercicio para reducir sus posibilidades de tener diabetes.
Considerado como el país con más obesidad de Europa, la diabetes comienza a ser en Reino Unido un gran problema como lo es en Estados Unidos o México, por lo que el gobierno busca concientizar a las personas con clases de cocina y ejercicio para prevenir enfermedades cardiovasculares o diabetes antes de que se manifiesten.
Un problema es el escepticismo con el que se ve a este programa, pues es realmente costoso (cerca de 435 libras por persona) y hay críticas que aseguran que si cualquier persona mayor de 40 años con un poco de sobrepeso se integra al programa, se hará mal uso de este.
Lo que se espera es que sólo las personas que realmente lo necesitan tengan acceso a él y así contrarresten y hasta solventen el programa, pues sólo la lucha contra la diabetes le cuesta a Reino Unido cerca de 8.8 mil millones de libras al año, así como representa una enfermedad que se ha multiplicado de tal manera que hoy son cerca de 4 millones de británicos con diabetes.
Otras medidas
Esta no es la primera medida que Reino Unido toma para combatir la diabetes y la obesidad. Además de subir impuestos a productos azucarados y comida chatarra, se espera que medidas preventivas a largo plazo demuestren su eficacia y los números antes mencionados se reduzcan considerablemente en las siguientes décadas.
Pocos países se atreverían a ir persona por persona convenciéndola de comer más sano, al punto de brindarle clases de cocina y ejercicio personalizadas; ahora hay que esperar a ver los resultados que podrían acabar con la obesidad de un país de una vez por todas.