Si has escuchado que un perro alarga la vida, debes saber que esta afirmación no solo se basa en el amor incondicional a los animales. La evidencia científica de los últimos años ha demostrado que tener la compañía de un can ayuda a llevar un estilo de vida más saludable, a pasar mayor tiempo al aire libre y a crecer emocionalmente desde una temprana edad.

Según un estudio publicado en Circulation: Cardiovascular Quality and Outcomes, una revista del American Heart Association, vivir con un perro puede estar asociado con una vida más larga y mejores resultados cardiovasculares, especialmente para los sobrevivientes de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares que viven solos.

En porcentajes, existiría un riesgo de muerte 33% menor para las personas sobrevivientes de ataques cardíacos y un 27% menos para aquellos que han tenido un accidente cardiovascular, en comparación con los que no cuentan con la compañía de un perro.

Para aquellas personas sin antecedentes graves de salud, los estudios asocian un 24% de riesgo reducido de mortalidad por todas las causas y un 31% menos de ataque cardíaco o accidente cerebrovascular, en comparación con las personas sin caninos en su vida.

El estudio abarca casi 70 años de investigación global que ha involucrado a casi 4 millones de personas en los Estados Unidos, Canadá, Escandinavia, Nueva Zelanda, Australia y el Reino Unido.

Glenn N. Levine, el presidente del grupo de redacción de la declaración científica de la Asociación Americana del Corazón sobre la tenencia de mascotas, explica que “si bien estos estudios no aleatorios no pueden probar que adoptar o poseer un perro conduce directamente a una mortalidad reducida, estos hallazgos sólidos al menos lo sugieren”.

El menor riesgo de muerte asociado con la compañía de un perro podría explicarse por el aumento en la actividad física y la disminución de la depresión y la soledad, los cuales se han relacionado con tener perros en estudios anteriores. La Asociación Americana del Corazón ha demostrado que los dueños de mascotas que pasean a sus perros realizan hasta 30 minutos más de actividad física al día.

"Hay estudios que sugieren que las personas que tienen perros tienen un mejor perfil de colesterol y una presión arterial más baja. Además, acariciar a un perro puede reducir la presión arterial tanto como un medicamento”, dijo la doctora Caroline Kramer, endocrinóloga y autora principal de la investigación.

En este sentido, algunos estudios del Centro para el Control y Prevención de las Enfermedades de EE.UU sugieren que los perros pueden reducir la ansiedad y la depresión. Los estudios muestran que los caninos reducen el estrés en casi todas las etapas de la vida: afectan el desarrollo social, emocional y cognitivo desde una edad temprana y pueden detectar convulsiones epilépticas entrantes o presencia de algunos tumores.

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Fuentes:

News Room

La Reppublica