El ritmo de vida que solemos llevar en las grandes ciudades hace necesario, muchas veces, un momento de detención. Los pensamientos se agitan, el cuerpo se tensa o cansa en exceso, y es ahí donde sentimos que es tiempo de darnos un momento personal para relajarnos y recuperar energía.
Para estos casos puedes aprender a hacer un aceite de lavanda casero de forma más sencilla que el proceso tradicional de destilación, y podrás llevarlo contigo adonde quieras para usarlo en el trabajo, la universidad, la calle, un parque o cualquier otro sitio donde el estrés te alcance.
También puedes aprender cómo aquietar la mente y alejar los pensamientos negativos aquí.
El aceite de lavanda es uno de los más populares y versátiles. Es muy utilizado para tratar problemas de sueño, ya que tiene un gran poder relajante. Además, es un calmante natural que se utiliza para problemas de estrés, ansiedad, y para el tratamiento de dolores de cabeza, depresión o tensiones.
Su aroma reduce el agotamiento nervioso y además puede utilizarse para disminuir el dolor y la inflamación muscular.
El aceite de lavanda también se mezcla bien con otros aceites esenciales como ser: pino, salvia, geranio y nuez moscada.
Materiales
- Flores de lavanda (frescas o secas)
- Alcohol etílico
- Mortero
- Envases limpios (uno de ellos con tapa)
- Filtros de café o tela fina para colar
Preparación
1. Coloca las flores de lavanda en un mortero y machácalas un poco para que desprendan sus principios aromáticos.
2. Pon las flores machacadas en un frasco limpio con tapa y agrega alcohol hasta completarlo.
3. Cierra bien el frasco y déjalo reposar por algunos días en un sitio donde lo alcance el sol. En este punto, cuanto más tiempo queden las flores macerando, mayor será el aceite natural que desprenderás. Tú solo debes agitar el frasco de cuando en cuando, durante ese tiempo.
4. Luego, usa un filtro de café o tela fina para colar el líquido de manera que solo pase al otro frasco el alcohol. Déjalo abierto por una semana para que se vaya evaporando. ¡Y listo! También puedes colocar un poco en un envase pequeño y llevarlo contigo adonde quieras.
Nota: en este caso, se recomienda usar un frasco más oscuro o de color para que la luz no degrade el aceite.
¿Cómo usarlo?
- Puedes aplicarlo en los laterales de la cabeza, en la nuca o el entrecejo para calmar dolores de cabeza y relajar la mente.
- Puedes agregarlo a la bañera o ducha para aliviar el estrés o los dolores musculares.
- Puedes usarlo para hacer un masaje para aliviar el dolor muscular.
- Puede usarse en agua tibia para remojar manos y pies.
- Puede aplicarse un poco en la almohada al ir al dormir.