La cera o cerumen es una sustancia que se produce de forma natural en los oídos con la función de protegerlos de las bacterias y otros agentes que podrían hacerles daño. Su presencia es saludable y necesaria.
Sin embargo, muchas personas sufren alguna vez en su vida de tapones de cera. En esos casos, esta sustancia lubricante se acumula en grandes cantidades y causa molestias como zumbidos, sensación de que el conducto está tapado, pérdida parcial de la audición, secreciones, irritación, picor e incluso mareos.
Muchos intentan quitarse la cera con los dedos o con elementos como los hisopos, y esto es muy peligroso porque puede dañar el tímpano.
También se puede recurrir a un centro médico para que se realice una limpieza, que se realiza con una especie de jeringa a presión. Eso elimina el tapón en segundos, pero también quita la cera útil, dejando los oídos expuestos. Puede ser necesario cuando se dejó crecer el tapón por mucho tiempo, pero si estás notando que las molestias comienzan, puedes resolverlo en casa y de forma natural con los siguientes consejos.
Todas las soluciones posteriores, sin embargo, deben intentarse solamente si estamos seguros de no tener ninguna de las siguientes lesiones:
- tímpanos perforados;
- infecciones frecuentes en los oídos;
- infecciones en la cavidad mastoidea;
- cualquier condición para la que te hayan indicado mantener los oídos secos.
Es muy importante respetar esta regla porque, si utilizas sustancias en el oído y tienes, por ejemplo, el tímpano perforado, puedes causarte un daño muy serio.
Solución salina
Esta solución es una excelente opción para eliminar el exceso de cera de los oídos. Para implementarla debes mezclar una cucharadita de sal (7,5 g) en media taza de agua (125 ml) hasta que quede bien disuelta.
Luego, moja un trozo de algodón con la mezcla y deja caer algunas gotas de la solución en el oído, inclinando levemente la cabeza hacia arriba.
Mantén esta posición un par de minutos para que el líquido entre en el conducto, y luego inclina la cabeza en dirección opuesta para drenar la solución.
De esta manera, el cerumen se aflojará y se limpiará solo. Es útil cuando hay exceso de cerumen pero aun no se ha formado un gran tapón.
Aceite de oliva tibio
Las sustancias oleosas, como el aceite, pueden ayudar a diluir y ablandar la cera para que salga fácilmente. Entibia apenas una cucharada de aceite de oliva (debería estar a 37 grados, la temperatura del cuerpo y el oído). Ten cuidado de no pasarte de esa temperatura. Puedes, por ejemplo, calentarlo sobre una vela.
Con ayuda de un gotero, vierte dos gotas de aceite tibio en tu oído y uego mantén la cabeza inclinada por 5 a 10 minutos para evitar que el aceite se escape.
Luego, puedes voltear la cabeza hacia el otro lado para ayudar a que la cera disuelta drene.
Repite dos o tres veces al día.
Glicerina
Del mismo modo que con el aceite de oliva, puedes proceder con unas gotitas de glicerina.
Agua oxigenada
El agua oxigenada o peróxido de hidrógeno también puede ayudarte a aflojar la cera.
Mezcla partes iguales de peróxido de hidrógeno y agua. El peróxido de hidrógeno no debe ser superior a 3%. Coloca algunas gotas de la mezcla en el oído, y al igual que en los otros métodos, inclina la cabeza para que la mezcla llegue hasta el interior. Deja actuar un par de minutos y luego voltea la cabeza al lado contrario.
Vinagre blanco y alcohol
Puedes mezclar en partes iguales alcohol y vinagre y utilizar unas gotas al igual que se indica en la opción anterior. Sin embargo, como el alcohol reseca la piel, ésta no es la opción más recomendable.
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