Puede que esta recomendación parezca extraña: poner las piernas en alto cada día durante 20 minutos ¿Con qué fin?
Este ejercicio pone en práctica la conexión de nuestra mente y cuerpo, y genera grandes beneficios a nivel circulatorio.
Practicar esta rutina a diario reduce el edema en las piernas y los pies, alivia las piernas cansadas, mejora la digestión, relaja el sistema nervioso y hace que logremos conseguir una adecuada calma mental.
Algunas indicaciones
- Si hay alguna lesión de espalda no será recomendable llevar a cabo esta técnica.
- Lo ideal es colocarse un pequeño cojín debajo de las lumbares para conseguir una postura más armónica. Así se conseguirá que las piernas queden pegadas verticalmente a la pared y que los brazos queden descansados, extendidos y relajados.
- Es necesario vestirse con ropa cómoda que no oprima ni la cintura ni los tobillos.
- Basta con mantener esta posición al menos durante 15 o 20 minutos, sin hacer nada más, solo sentir el equilibrio de esa postura, la tranquilidad y la sensación de bienestar al mejorar el aporte circulatorio hacia el busto y la cabeza.
5 beneficios de poner las piernas en alto
1. Alivia las piernas cansadas
Poner las piernas en alto es una de las mejores maneras para ayudar aliviar la tensión de las piernas, de los pies e incluso las caderas.
Estas tres áreas son las que pueden generar molestias al final del día, así que este ejercicio con el que durante 20 minutos cambiamos el eje postural y liberamos toda tensión de estas zonas, alivia notablemente el cuerpo.
2. Reduce el edema en pies y piernas
El edema en pies y piernas se debe siempre a problemas de circulación de los cuales debemos conocer el origen. Puede darse a causa de un problema renal, cardíaco, al sobrepeso, a efectos de alguna medicación o incluso a una dieta poco adecuada.
Poner las piernas en alto favorece el movimiento de esos fluidos que obstaculizan una correcta circulación sanguínea.
A veces, pasar todo el día de pie hace que nuestros pies se hinchen. Algo tan simple como descalzarte, rel ajarte y poner las piernas sobre la pared hará que la fuerza de la gravedad desinflame esas áreas problemáticas.
3. Relaja el sistema nervioso
Esta postura ayuda a mejorar nuestra respiración. Retenemos más el aire y, poco a poco, favorecemos una inspiración y una espiración más lenta y rítmica.
Todo ello tiene un gran impacto en nuestro sistema nervioso: alivia tensiones musculares, sobrecargas y esa tensión que se concentra tan habitualmente en la zona del estómago, el cuello y las sienes.
4. Mejora la digestion
Poner las piernas en alto es un ejercicio que entra dentro de lo que se conoce como “inversión activa”.
Cambiar esa postura donde, de pronto, los pies quedan en alto y la cabeza en el suelo nos ayuda, en primer lugar, a descongestionar los fluidos atrapados y, por último, a mejorar la digestión.
Favorece además la movilidad intestinal, y a la larga, hará que absorbamos mucho mejor los nutrientes, que combatamos el estreñimiento y que recuperemos un adecuado bienestar interno que se nota por fuera.
5. Genera calma mental
Solo necesitas 20 minutos de tu tiempo, y lo primero que vas a percibir es un alivio físico que al instante, relaja tu mente.
Esta postura favorece además una correcta oxigenación cerebral. Con esta postura descansamos la mente y nos sentiremos más presentes, más conscientes de nuestro cuerpo para llenarnos de calma y bienestar.
A medida que vayas practicando esta sencilla rutina notarás cada vez más los beneficios que genera el cuerpo.
Importante: Debe aclararse que La Bioguía no da consejos médicos ni receta el uso de técnicas como forma de tratamiento para problemas físicos o mentales sin el consejo de un médico, sea directa o indirectamente. En el caso de aplicar con ese fin alguna información de este sitio, La Bioguía no asume la responsabilidad de esos actos. La intención del sitio es solamente ofrecer información de naturaleza general para ayudar en la búsqueda de desarrollo y crecimiento personal.