En el último tiempo mucho se ha hablado de la ley de la abundancia, cómo conseguir riquezas económicas y espirituales, así como un equilibrio emocional, físico y mental para atraer todo aquello que se desea.
Sin embargo, cada vez que se habla de abundancia se suele hacer una distinción entre la que es espiritual y la que es económica, como si esto fuese por dos caminos por separado, y esto no es así.
Si bien, en los últimos años, sobre todo, los sujetos se han visto mayormente interesados por las terapias holísticas, el autoconocimiento y en aprender a intencionar con el fin de atraer cosas que los hacen felices, ayudar a cumplir sus metas y cargarse de buenas energías, no siempre se cuenta con la información necesaria.
Saber realmente qué implica cada cosa y cómo alcanzar la abundancia espiritual y material y sentirse satisfechos por completo será una de las claves para poder lograr la felicidad o por lo menos, sentirse de este modo la mayor parte del tiempo.
Con respecto a este punto, sin embargo, es preciso aclarar que esto es difícil, dado que las personas siempre buscan ir más allá y superarse, también esto tiene que ver con una inconformidad y con siempre ver la parte vacía del vaso.
En primer lugar, siempre hay que tener en cuenta que los pensamientos de las personas y en lo que cada uno ponga foco sí hace la diferencia y si afecta de manera directa o indirecta en aquel objetivo que se quiere lograr, tal como se detalla con la ley de atracción. La mente es una herramienta súper poderosa, capaz de influir en las emociones y en los proyectos de cada uno.
Aunque muchas veces se quiera hablar de estas cuestiones por separado como abundancia material, espiritual, ley de atracción o incluso las leyes de desapego, todo va de la mano y hay que tener en cuenta para lograr modificar la manera en la que se piensa.
Como se dijo las personas se han visto más interesadas por las cuestiones vinculadas al alma, a encontrar el equilibrio de cuerpo, mente y alma, a ser conscientes de las cuestiones que consumen e incluso a vincularse más con las terapias alternativas que puedan colaborar a llevar una vida más sana, conectada con la naturaleza y el verdadero sentido de las cosas.
Es por eso que muchas personas se han comenzado a interesar por la ley de la abundancia, los pensamientos positivos, y cómo hacer para estar más conectadas con su intuición. Por eso, en esta oportunidad queremos contarte cómo conseguir todo lo que necesitas.
Aplicar distintas técnicas de atracción, conocimiento propio, más los pensamientos positivos para poner en juego el importante poder de la mente, ayudarán a que la persona pueda atraer abundancia espiritual y material, que se sienta completa con todo lo que cuenta y con una especie de riqueza.
Abundancia: qué es
Antes de poder hablar sobre la ley de la abundancia y cómo aplicarla en tu día a día, es preciso hablar de la palabra en sí misma, a qué hace referencia.
La palabra abundancia proviene del latín “abundantia” y hace referencia a alguna cuestión, emoción o cosa que se tiene en cantidad.
Ahora bien, desde que la persona tiene memoria, la abundancia ha sido vinculada a la riqueza propiamente vinculada a lo económico ya sea dinero en sí mismo, bienes materiales, negocios, etc.
Cabe recordar que el dinero es un símbolo sagrado para las personas dado que es un vehículo para hacer realidad los proyectos que cada uno desea, lo que ocurre es que a muchas personas se les ha olvidado cómo relacionarse con el mismo y muchas veces pareciera ser una mala palabra.
El dinero en sí mismo no es ni bueno ni malo, lo importante es el uso que se le da y como medio hacia qué es.
Sin embargo, también existe una abundancia vinculada al lado espiritual, y esto tiene que ver con un significado de la palabra que pocas veces se tiene en cuenta, relacionado con el sentimiento de disponer de todo cuanto se necesita en todos los ámbitos de la vida: económico, emocional, salud, por ejemplo, por la propia capacidad de la persona de materializar esto.
Es ahí que se podría vincular o hacer mención al término de atracción, a poder concretar aquello que se desea con todo el ser, no sólo con las acciones, sino también con la manera en la que se piensa y se siente.
Por eso, para hablar de abundancia espiritual y material es preciso también hacer mención al estado del ser, es decir lo que se atrae y crea como forma de vida, la manera en la que la persona se relaciona con el mundo que lo rodea, sus pensamientos y su forma de actuar, tanto con los demás como con uno mismo.
Se trata de darle mucha más importancia a la inteligencia espiritual, conectar con uno mismo y entender que el ser es mucho más poderoso de lo que se piensa. Despertar el lado creativo-creador marcará un antes y un después en la vida del sujeto, así como poder darle un lugar al autoconocimiento y al desarrollo personal.
Para poder hablar de abundancia material y espiritual es preciso hablar de la ley de creación y atracción. "Creer es poder" dice la frase, y así lo sostienen muchos investigadores y defensores de estas leyes que tienen que ver con un despertar emocional.
Según uno de sus defensores españoles de la ley de abundancia, Sergio Fernández, uno de los puntos claves de la misma tiene que ver con que la persona obtiene todo aquello que piensa, tanto como si lo desea como si no.
¿Qué quiere decir con esto? Que si la persona tiene únicamente pensamientos negativos, aunque así no los desee tarde o temprano terminarán sucediendo. Se dice que el Universo no entiende de sarcasmo, y los mensajes que le envías son lo que te devolverá. Es muy importante comenzar a darle peso a lo que uno dice por más que sea en tinte gracioso o sarcástico.
¿Cómo encontrar la abundancia?
Como se mencionó anteriormente, para poder tener abundancia es necesario el autoconocimiento, el desarrollo personal y la autorrealización. Por eso, a continuación mencionaremos algunos puntos que hay que tener en cuenta para alcanzarla.
Ser responsable de uno mismo y sus actos
Para lograr una abundancia espiritual y material es necesario ser responsable de uno mismo, de las acciones y de cómo administramos no solo la parte económica, sino la parte emocional. ¿Qué te llena realmente?¿Qué es lo que te hace feliz?
Además, hace alusión a la responsabilidad. Cada uno es responsable de sus logros, de sus caídas y aciertos. Si bien hay situaciones o acciones en concreto que pueden poner trabas en el camino, hay que dejar de culpar a terceros, porque de esa manera es el primer paso para lograr ser conscientes que cada persona es suficiente por sí misma.
Se trata de dejar de buscar la valoración de terceros, su aprobación. Aquí solo importan los verdaderos deseos, sin pensar en lo que opinaran los demás. Eres libre de crear tu propio destino y caminar hacia donde te apetezca.
Muchas veces las cuestiones vinculadas con las creencias y culturas han puesto frenos en los verdaderos deseos y pensamientos de las personas. Esto se acabó, es tiempo de que seas consciente de lo que haces por tí y lo que haces por el resto.
Por eso la abundancia tiene que ver con lo que cada uno es interiormente y con su evolución personal.
La abundancia no se persigue, sino que se crea desde el interior y el inconsciente de cada uno, y desde allí se materializa.
Vivir el aquí y el ahora, asumir la realidad para crear abundancia
La mayoría de las personas viven insatisfechas, y esto tiene que ver con que siempre están pensando en lo que vendrá, o en lo que falta, lo que trae frustración, sin mirar o disfrutar de todo lo que se posee y del presente que los rodea.
Dejar de pensar en lo que pasó y en lo que vendrá. Estar en el aquí y el ahora. Además, aceptar cada cambio que viene, ya que con el tiempo se aprenderá de esas situaciones aunque no sean del agrado. Esto no habla de conformarse, sino de poder crear con lo que se tiene.
Es necesario dejar de desear y pensar en lo que no se ha alcanzado, seguramente con lo que posees puedes ser feliz. Perdonar lo que fue, aceptar lo que es y avanzar.
Agradecer por este presente ayuda a ser conscientes de la abundancia espiritual y material que sí se posee y no lo que falta.
Pensamientos positivos y expansivos
Es preciso pensar en todo aquello que te hace sentir inferior, pequeño, poco merecedor y que te frustra. Una vez que identifiques estas creencias intenta poner en juego otras creencias que sumen a estas y que sean una alternativa positiva que le comience a marcar a tu mente que existen otras posibilidades y realidades.
Recuerda, la realidad suele ser neutra, todo depende de cómo la mire cada uno y cómo la viva e interprete.
Además, hay actitudes que las personas suelen tener que las alejan de la abundancia. A continuación algunos ejemplos.
1- La primera cosa que te aleja de la abundancia es pensar que la prosperidad y el bienestar no tienen que ver con el desarrollo personal. Todos los logros que has alcanzado, tu trabajo, tus relaciones, todo es parte de tu riqueza.
2- Si predominan sentimientos de envidia, rencor y miedo te alejarás de la abundancia. Si bien todas las personas los tienen y es imposible desprenderse por completo de ellos porque son parte de los seres humanos, debes trabajar interiormente en cuestiones más positivas y enfocarte en ti, no en lo que han alcanzado los demás.
3- No pensar la abundancia como un resultado de únicamente el desarrollo personal o el económico. Todo va de la mano y si bien el dinero depende de factores sociales, políticos y económicos, tener pensamientos positivos, ir por los sueños de cada uno, afrontar los miedo y hacer foco en todo aquello conseguido colaborarán a sentirte próspero.
Ahora ya conoces algunas claves de la abundancia para que puedas poner en práctica y que colaboren a que te sientas mejor espiritualmente. ¿Cuáles otros sumarias?
También te puede interesar: 10 mantras para el éxito y comenzar el día empoderado
Fuente: Cuerpo Mente, Público Es y Blanca Etxazarreta.