¿Sientes que no te puedes desconectar de tu trabajo? ¿No puedes parar de pensar en ese informe? En general, ¿sientes emociones negativas cuando piensas en tu trabajo? Si todo esto es cierto, es bastante probable que tu trabajo no le esté haciendo ningún bien a tu bienestar personal y emocional, en otras palabras, tienes un trabajo tóxico.

A veces, no es posible cambiar de trabajo en lo inmediato, pero reconocer que no estás en un trabajo que te hace bien, o incluso plantearlo con los superiores, a veces es realmente necesario. Estas son las señales a las que debes prestarle atención.


Si estás rodeado de personas negativas, que muestran envidia, depresión e incluso conspiran unos contra otros, tu ambiente de trabajo es un espacio tóxico. No llevarse bien con absolutamente todos los empleados no es nada del otro mundo, pero cuando todos los empleados se llevan mal entre sí, algo no anda bien.


Si sientes que constantemente estás revisando tu correo electrónico, incluso en fines de semanas o días libres, y en general sientes que tu trabajo te persigue cuando regresas a casa, debes dar un paso atrás y reconsiderar el tiempo que pasas trabajando.

Haz un esfuerzo por disfrutar tus días libres, apaga el celular y no revises tu correo. Comunícales tu decisión a los superiores, y verás que tus horas de sueño también mejorarán.

Si constantemente estás entregando reportes, informes y terminando proyectos pero tu carga de trabajo no disminuye, esto es una señal de que algo no anda bien.

Es completamente normal que las responsabilidades disminuyan, así sea por un tiempo, luego de que una gran operación que tomó varios meses haya terminado, si esto no sucede, debes comunicar que necesitas un respiro. Todos debemos pasar por etapas de menor presión para recargarnos.

Si desprestigia a los que están a su cargo o se burla de ellos abiertamente, si es intimidante cuando se comunica y si no muestra interés por escuchar lo que quieren decirle, el jefe es una persona tóxica. 

Si es imposible cambiar de empleo o de área de trabajo, tienes que aprender a que sus abusos no te afecten emocionalmente, y si eso no es posible tampoco, quizás sean otros superiores quienes tienen que tomar una decisión.

Si los empleados son discriminados por su edad, sexo, religión u orientación sexual, esto es casi un sinónimo de trabajo tóxico.

Si ves que la situación no da señales de mejora, debes informarles a tus superiores o a las personas pertinentes en Recursos Humanos, para que se tomen las medidas apropiadas.


Si te da la impresión de que tu trabajo no te ofrece ninguna posibilidad de crecimiento ni un plan real para una carrera, eso no significa que el trabajo sea tóxico en términos generales, pero sí que ya no es el que mejor te hará a ti. 

Como cualquier otro conflicto de la vida, los conflictos laborales se tratan de resolver a través del diálogo. Ahora, si luego de que has hecho el intento y no dio ningún resultado, es bueno que te plantees cambiar de empleo.