¿Sientes que no te puedes desconectar de tu trabajo? ¿No puedes parar de pensar en ese informe? En general, ¿sientes emociones negativas cuando piensas en tu trabajo? Si todo esto es cierto, es bastante probable que tu trabajo no le esté haciendo ningún bien a tu bienestar personal y emocional, en otras palabras, tienes un trabajo tóxico.
A veces, no es posible cambiar de trabajo en lo inmediato, pero reconocer que no estás en un trabajo que te hace bien, o incluso plantearlo con los superiores, a veces es realmente necesario. Estas son las señales a las que debes prestarle atención.
- El sentimiento que prima entre colegas es la envidia
- Trabajas las 24 horas
Haz un esfuerzo por disfrutar tus días libres, apaga el celular y no revises tu correo. Comunícales tu decisión a los superiores, y verás que tus horas de sueño también mejorarán.
- El trabajo no para de llegar
Es completamente normal que las responsabilidades disminuyan, así sea por un tiempo, luego de que una gran operación que tomó varios meses haya terminado, si esto no sucede, debes comunicar que necesitas un respiro. Todos debemos pasar por etapas de menor presión para recargarnos.
- El jefe es tóxico
Si es imposible cambiar de empleo o de área de trabajo, tienes que aprender a que sus abusos no te afecten emocionalmente, y si eso no es posible tampoco, quizás sean otros superiores quienes tienen que tomar una decisión.
- Hay discriminación en el área de trabajo
Si ves que la situación no da señales de mejora, debes informarles a tus superiores o a las personas pertinentes en Recursos Humanos, para que se tomen las medidas apropiadas.
- No hay oportunidades de crecimiento
Como cualquier otro conflicto de la vida, los conflictos laborales se tratan de resolver a través del diálogo. Ahora, si luego de que has hecho el intento y no dio ningún resultado, es bueno que te plantees cambiar de empleo.