Lo mejor de viajar es que te permite salir de tu zona de confort, conocer nuevos horizontes y, sobre todo, expandir tus pensamientos. Tal como decía Einstein, “la mente que se abre a una nueva idea nunca vuelve a su tamaño original”.
Pero muchas veces puedes volver a casa sintiendo que deberías hacer algo para mejorar el mundo en el que vivimos. Viajando también uno descubre que hay muchas cosas que están mal: el calentamiento global que afecta a todo el mundo, la pobreza, la desigualdad…. ¿No sería genial poder aportar un pequeño granito de arena para un planeta mejor?
La Academia Richmond Vale es una Asociación sin fines de Lucro que funciona como un puente entre ese deseo y la realidad. Así, ofrece la posibilidad a voluntarios de todo el mundo de poder viajar a distintos lugares del planeta e influir directamente en el cambio positivo en el medio ambiente y en las comunidad.
Trabajar contra el calentamiento global
Uno de los problemas medioambientales más importantes en la actualidad es el calentamiento global. Afecta a todo el mundo, y, mientras no se tomen acciones inmediatas, es imparable.
Por eso, tomar conciencia y buscar soluciones es un cambio necesario a nivel global. Los programas de Richmond Vale Academy van en esa dirección, ofreciendo la oportunidad de entender las causas del cambio climático y realizar acciones de alto impacto.
Lo mejor es que el proyecto está pensado a largo plazo. Los voluntarios pasan trabajando en el tema uno o seis meses. Pero los proyectos van avanzando camada de estudiantes tras camada, de tal modo que las soluciones planteadas no son momentáneas, sino planificadas y duraderas.
Estudiar, hacer voluntariado y transformarse
La experiencia que brinda la Academia funciona a tres niveles.
En primer lugar, es un espacio de formación. Durante el tiempo que duran las experiencias, es posible conocer en profundidad el tema del calentamiento global, entender qué lo provoca y cómo se puede revertir. La formación obtenida durante el voluntariado puede, luego, replicarse en el propio lugar de residencia.
El segundo lugar es pasar a la acción. Luego de estudiar el tema, los estudiantes materializan las ideas generadas en los períodos anteriores, transformando la teoría aprendida en un plan de acción práctico.
Pero el programa también es una manera de transformarse a uno mismo. De comprender que podemos vivir una vida monótona y mecánica, o podemos tomar las riendas y ser parte del cambio.
El programa de voluntariado de Conformidad Climática de Richmond Vale Academy se lleva a cabo en la Isla San Vicente, en el Caribe, y se puede realizar un programa corto de un mes, o uno largo de seis.
Si quieres ser parte de esta experiencia, puedes conocer más en este enlace.
Fuentes: