Durante junio de 2017 el presidente de México, Enrique Peña Nieto, recibió al actor Leonardo DiCaprio y al hombre más rico del mundo, Carlos Slim, para firmar un acuerdo que busca la preservación de la vaquita marina, una especie de cetáceo endémico de los ecosistemas marítimos del Alto Golfo de California.
Esta inesperada alianza se dio porque la vaquita marina, que en los últimos años ha ganado popularidad gracias a las redes sociales, ha desaparecido con una rapidez impresionante. Es por eso que Greenpeace México ha denunciado ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos a muchos funcionarios públicos de negligencia ante la situación del animal que hoy se encuentra en peligro crítico de extinción. Según la ONG:
“Estas omisiones conllevaron a que en sólo 20 años, la especie pasara de 567 a 30 vaquitas marinas que sobreviven al menos hasta 2016. Durante la administración del actual gobierno representó una caída del más de 70% en el número de ejemplares desde 2015”.
La reunión entre el actor, el filántropo y el presidente pretendía salvar a la vaquita marina, pero en cambio, el número de ejemplares continuo decreciendo al punto que en marzo de 2018 la especie entró en la lista de animales en estado crítico. Hoy es un milagro encontrar vaquitas marinas, pues se cree que existen alrededor de 12 ejemplares viviendo en su hábitat natural.
Greenpeace México acusa al gobierno mexicano de permitir que a través de la negligencia, dejaran morir al 70 % de los ejemplares de la vaquita marina en sólo dos años. Según ellos, el gobierno violó derechos humanos de la siguiente forma:
- No promovió un ambiente sano para el desarrollo y bienestar de las personas.
- No preservó y restauró el equilibrio ecológico.
- No conservó la diversidad biológica por su valor intrínseco y por su importancia para la evolución y el mantenimiento de los ecosistemas necesarios para vida de la biósfera.
- No elaboró estrategias para que se dejara de usar en la pesca herramientas en la que la vaquita marina quedaba atrapada.
Se espera que la actual administración testifique para encontrar a los culpables de que esta especie esté al borde de la extinción y se ha pedido a la siguiente administración, que entra en diciembre de este año, a que actúe de forma inmediata para salvaguardar el hábitat, a la vaquita marina y al resto de la flora y fauna del cuarto país con mayor biodiversidad del mundo.
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