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1. No muestran interés por resolver sus conflictos
Como decíamos antes, el problema no es tener conflictos (¡todos los tenemos!), sino enfrentarnos a ellos, asumirlos e intentar trabajarlos. Si tu pareja no se muestra dispuesto a registrar que hay algo que está complicando las cosas, lo niega, o desliga siempre sus problemas en otros externos, puede que no sea un buen inicio.
2. Son emocionalmente muy intestables
Ser emocional es una cualidad positiva, indica personas conectadas con su corazón. Pero alguien que constantemente cambia de humor, o tiene emociones muy repentinas que no puede controlar, es una persona que posiblemente necesita ordenar algunas cosas de su vida para tomarse lo que le sucede de una manera más saludable para sí misma y para quien quisiera acompañarla.
3. Te señalan como culpable cuando las cosas no van bien
Les cuesta hacerse cargo de las cosas y tienden, por eso, a culpar a quien esté a su lado, o a cualquier situación o persona externa.
4. Se ofenden rápidamente
Si le dices que hay algo que está haciéndote mal, puede que se ofendan, se pongan a la defensiva, te culpen, o no quieran escucharte. Tú no puedes resolver esto; la otra persona tendrá que hacer su camino para resolver lo que la inquieta, si es que así lo quiere.
5. Actúan desde el miedo
Actuar desde esta lógica significa que siempre puede desatarse una guerra, en cualquier momento. Temen lo que no pueden controlar y se defienden ante cualquier cosa que pueda poner más en desequilibrio sus emociones.
Fuentes: