Nuevas investigaciones indican que cambiar a una dieta sin consumo animal, podría eliminar 16 años de emisiones de dióxido de carbono para 2050. El estudio denominado “The carbon opportunity cost of animal-sourced food production on land” explica cómo al utilizar grandes extensiones de tierra para la ganadería, se pierde el potencial de la vegetación natural de secuestrar muchas toneladas de dióxido de carbono.
Los valores de secuestro de carbono de los que hablan los investigadores de la Universidad de Nueva York, rondan entre las 332–547 GtCO2, siendo equivalente al 99–163% del presupuesto de emisiones de CO2. Se estima que capturar esta magnitud de carbono, es consistente con una probabilidad del 66% de limitar el calentamiento global a 1.5° C.
Para la realización de este artículo, se relevaron las áreas donde las “semillas podrían dispersarse naturalmente, creciendo y multiplicándose en bosques densos y biodiversos”. Como explica uno de los autores, Matthew Hayek, los resultados revelaron más de 7 millones de kilómetros cuadrados donde los bosques estarían lo suficientemente húmedos para volver a crecer y prosperar de forma natural, siendo en conjunto un área del tamaño de Rusia.
Ellos comprenden que las producciones animales son algo cultural y económicamente importante en algunos países, pero esperan que sus investigaciones sirvan para identificar lugares donde la restauración de ecosistemas y la detención de la deforestación en curso tendrían los mayores beneficios de carbono.
Los 3 escenarios que plantean para 2050
* Si la oferta y demanda de carne continúa con su trayectoria actual, se prevé un aumento en la destrucción ambiental, ya que más superficie de tierra será requerida. De esta forma no sólo aumentan las contribuciones a los gases de efecto invernadero, como por ejemplo a través de la liberación de metano, sino que también se reducirán los actuales sumideros de carbono, disminuyendo así el secuestro de CO2.
* Estiman que una reducción del 70% en el consumo de carne, traería aparejado una reducción de 332 GtCO2 en la atmósfera, siendo la misma cantidad de CO2 producida por la quema de combustibles fósiles en los últimos 9 años.
* Un escenario aún más conservador, estima que una dieta vegana global conduciría a la eliminación de 547 GtCO2, el equivalente a 16 años de emisiones de combustibles fósiles.
El mayor potencial para el recrecimiento de los bosques y los beneficios climáticos que suponen, reside en países de renta media-alta y alta, lugares donde reducir la cantidad de carne y lácteos “hambrientos de tierra” tendría un impacto relativamente menor en la seguridad alimentaria.