La nueva investigación dirigida por el Acuario de la Bahía de Monterey dio a conocer que las temperaturas oceánicas, excesivamente cálidas, producto del cambio climático son la nueva normalidad.
LA TEMPERATURA MÁS ALTA EN EL PERÍODO DE 50 AÑOS
Ecologistas colegas realizaron el informe con gran compromiso, dado que tenían como objetivo evaluar cómo los extremos de calor se relacionaban con la disminución de bosques de algas en la costa de California. Los científicos que lo llevaron a cabo fueron Van Houtan y Kisei Tanaka.
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“El cambio climático no es un evento futuro”, planteó el Dr. Kyle Van Houtan, quien dirigió el equipo de investigación mientras cumplía su mandato como científico jefe del Acuario de la Bahía de Monterrey (EE.UU.). “La realidad es que nos ha estado afectando durante un tiempo. Nuestra investigación muestra que durante los últimos siete años, más de la mitad del océano ha experimentado un calor extremo”.
A raíz de esto, examinaron los registros de temperatura desde 1920 hasta 2019. Un dato alarmante los sorprendió: hallaron que en 2014, más del 50% de los registros en todo el océano habían rebasado ampliamente el punto de referencia de calor extremo de una vez en 50 años. A este suceso los investigadores lo llamaron "punto de no retorno", es decir, al año en que el porcentaje superó el 50% y no volvió a descender en los años consecutivos.
En palabras de Kyle Van Houtan: "El cambio climático extremo está aquí, está en el océano, y el océano sustenta toda la vida en la Tierra. Estos cambios dramáticos que hemos registrado en el océano son otra prueba más que debería ser una llamada de atención para actuar sobre el cambio climático”
ES MENESTER REDUCIR LAS EMISIONES DE LA QUEMA DE COMBUSTIBLES FÓSILES
El mensaje que transmiten los científicos es claro: La Tierra se ha calentado en diversas ocasiones de manera natural, lo preocupante es la alteración que están sufriendo estos ciclos. Alcanzar niveles altos de temperatura traerá consigo mayor extinción en las especies e inminentes problemáticas ambientales como consecuencia de la actividad humana.
Retomando lo expresado por Van Houtan: “Cuando los ecosistemas marinos cerca de los trópicos experimentan temperaturas intolerablemente altas, los organismos clave como los corales, las praderas de pastos marinos o los bosques de algas marinas pueden colapsar”.
Sin embargo, ya no se trata de posibilidades, al contrario, las evidencias se han multiplicado a lo largo de los años y una gran cantidad de análisis científicos dejan a la vista las consecuencias de una emergencia socioambiental que está generando cambios irreversibles en el clima.
“Alterar la estructura y la función de los ecosistemas amenaza su capacidad de proporcionar servicios vitales a las comunidades humanas, como apoyar pesquerías saludables y sostenibles, proteger las regiones costeras bajas de los fenómenos meteorológicos extremos y servir como sumidero de carbono para almacenar el exceso de carbono depositado en el atmósfera de las emisiones de gases de efecto invernadero generadas por el hombre” suscitó el Dr. Kyle Van Houtan.
Como si fuera poco, esbozaron que la proporción del océano que exhibe el calor extremo en algunos grandes ecosistemas es actualmente del 80% al 90%. Y además, manifestaron que los cinco más afectados abarcan las zonas de las costas del noreste de EE.UU. y Canadá, frente a Somalia e Indonesia, y en el Mar de Noruega.
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Para concluir, urge la necesidad de reflexionar en torno al impacto que tiene nuestro accionar, no debemos olvidar que los océanos son fuente de vida y son imprescindibles para el planeta. La investigación deja en evidencia el gran aumento del calor producido en los últimos años y como afecta en la superficie de los océanos y por ende, en la biodiversidad.