Una calle en el área del centro de Londres se convertirá en la primera con cero emisiones del Reino Unido, según un anuncio que la Corporación de la Ciudad hizo en su página web. A partir de la primavera de 2020 (marzo), se espera que la calle Beech, una de las principales vías del área de Barbican, solo esté abierta a vehículos, bicicletas y peatones que no generen emisiones.

La calle normalmente experimenta un alto nivel de contaminación del aire porque está en su mayor parte encerrada en un túnel que corre debajo de Barbican Estate. Los ciclistas y los peatones viajan junto a los automóviles en este túnel, y respiran vapores tóxicos.

Para combatir la mala calidad del aire en la zona, las autoridades han decidido establecer un “periodo de prueba” durante el cual la calle Beech estará libre de automóviles de gasolina o diésel las 24 horas del día, todos los días de la semana.

En un trabajo conjunto con el organismo que gestiona el transporte de la ciudad, Transport for London, la ciudad dijo que se colocará una orden de tránsito temporal y se monitoreará el impacto de la decisión sobre la calidad del aire. Se espera ver una mejoría significativa que resulte beneficiosa para la salud de aquellos que circulan por esa calle.

Los vehículos de emergencia, de recolección de basura y los vehículos de entrega aún podrán circular, pero será la única excepción.

¿Prohibición permanente?

La Corporación de la Ciudad de Londres también dijo que espera que el efecto de la prohibición mejore la calidad del aire alrededor de las escuelas cercanas. Si tiene éxito, puede convertirse en una prohibición permanente.

“Estas medidas son otro paso importante hacia un aire más limpio en la ciudad. Reducir drásticamente la contaminación del aire requiere acciones radicales, y estos planes nos ayudarán a eliminar el aire tóxico en nuestras calles", dijo el presidente del comité ambiental de la Corporación de la Ciudad de Londres, Jeremy Simons, en el comunicado.

"Nadie debería tener que respirar aire sucio, y continuaremos tomando medidas audaces y ambiciosas para garantizar la protección de la salud de los londinenses", añadió. El esquema consiste en alinear los niveles de dióxido de nitrógeno en Beech Street con las pautas de calidad del aire establecidas por la Unión Europea y la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Las autoridades de Londres han trabajado para mantenerse en línea con los niveles aceptables de contaminación atmosférica recomendados por varios años.

En 2017, la ciudad violó los límites anuales de contaminación del aire a solo cinco días del año nuevo. Desde entonces, las acciones han mejorado un poco las cosas, pero 2 millones de personas aún viven con niveles de contaminación por encima de los límites legales, según informó The Guardian.