Siempre me llamaron la atención, porque, aunque muchos no lo vean son tan parecidos a nosotros como lo son los simios. Sí, estoy diciendo que nos parecemos a los pulpos. Hasta no hace mucho hubo habilidades que no conocíamos, poco se conoce aún de seres tan extraños.
Se estrenó hace unas semanas la serie ‘Secretos de los Pulpos’, y como una gran fan de National Geographic y cualquier serie que incluya unos cuantos episodios de vida subacuática, la miré apenas salió. Con sólo 3 capítulos formó en mi mente una oración que sostengo: “Los pulpos son el mejor ejemplo de resiliencia que tenemos”. En la actualidad sabemos que nos enfrentamos a un gran problema, el cambio climático. Un tópico que a muchos nos quita el sueño y con razón. Pero ¿qué tendrá que ver el calentamiento global con los pulpos? No pude evitar pensar en lo que podemos aprender sobre ellos en cuanto a adaptación.
En la serie aprendemos algo que, para mí, es realmente sorprendente. Los pulpos son sus propios maestros. Inician su vida con el tamaño de un grano de arroz y sin ningún miembro familiar que los contenga. Aquí no tenemos una gran matriarca que pasa sus conocimientos y habilidades, o una familia que sostiene tradiciones desde siglos, como es el caso de otros animales. Cada uno de ellos es una página en blanco. Una nueva vida con infinitas posibilidades, infinita creatividad. Digo creatividad porque, como vemos en la serie, los pulpos son creativos a la hora de resolver sus problemas. Sin tener ni una referencia, se adaptan y resuelven.
Haciendo uso de sus habilidades para cambiar de forma y color, las explotan para gestionar sus problemas sin ningún ejemplo o referencia. Podemos ver un pulpo no más grande del tamaño de un puño utilizar almejas para protegerse de un molusco vecino un tanto molesto. Podemos ver otro arriesgar su vida saliendo del océano para llegar el mejor lugar donde encontrar los cangrejos más sabrosos. Utilizan herramientas, son curiosos, aprenden de sí mismos, investigan y se comunican.
¿Cuántos de nosotros podríamos resolver tan exitosamente situaciones sin haber tenido un solo ejemplo? Se han podido filmar incluso escenas que muestran que algunas especies de pulpos viven en comunidad.
Mi gran aprendizaje es su infinita resiliencia y adaptación ante los problemas y dificultades. Actualmente nuestro mundo se encuentra en constante amenaza, y para mí los pulpos son un gran ejemplo de vida. Porque no hace falta parecernos físicamente, sólo basta con entender que somos parte de la misma rueda, del mismo planeta. Somos tanto parte de la naturaleza como ellos, y entender eso nos hace más cercanos, más empáticos.
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Las malas noticias son moneda corriente hoy en día y es difícil encontrar motivos para ver la realidad con los anteojos de la positividad, pero sí hay algo que podemos tomar y es el ejemplo de la naturaleza y las especies que habitan en ella, incluidos nosotros mismos. Los pulpos son y serán nuestros grandes maestros, pero esto no es nada nuevo...
¿Qué tienen que ver los pulpos con el cambio climático? Tal vez parecernos a ellos más de lo que pensábamos nos haga empatizar y despierte una fascinación digna de querer protegerlos. Tal vez, la inspiración que nos generen nos lleve a volvernos creativos e ingeniosos para combatir una de las grandes batallas que tenemos por delante.