Los humanos tenemos un problema con el consumo: siempre necesitamos “cosas”, queremos “cosas”, compramos “cosas”. Las tenemos, las usamos y luego no sabemos qué hacer con ello. Muchas veces ni siquiera nos lo cuestionamos, simplemente lo desechamos sin preguntarnos las consecuencias que hay detrás de ese uso y consumo. Entonces, terminan siendo residuos que, solo en ocasiones, tienen una buena práctica de reciclaje.
Entre los años 80 y 90 empezó a darse a conocer el greenwashing y las publicidades nos han hecho creer que podíamos consumir con total libertad y confianza, ya que después las grandes empresas se ocupaban de tener prácticas sustentables. Sin embargo, estas prácticas no dependen solo de las empresas. Y acá te dejamos una gran verdad: “solo el 15% del uso y consumo del plástico anual, es separado y reciclado”. ¿Y el resto? El resto termina en los basurales a cielo abierto.
Todo lo que hacemos tiene un impacto sobre el planeta
Un nuevo desafío en la forma de emprender está llegando para cambiar nuestra economía. Se trata de poder emprender y gestionar desde una mirada consciente, inclusiva, y empática con el presente y la realidad medioambiental que estamos transcurriendo.
¡Cada día la crisis climática toma un paso más fuerte y nos muestra con hechos la realidad en la que vivimos! Es un reloj de arena que no se detiene. Por eso, transformarse en emprendimientos de triple impacto, nos invita a reflexionar y repensar nuestros actos y consecuencias con y para el planeta, como para nosotrxs mismxs!
Ser sustentable es una invitación a jugar y explorar la creatividad, buscar constantemente nuevas formas de producir, consumir e inovarnos con cada acción. También es salir del confort del sistema económico tradicional, para invitarnos constantemente a desafiarnos. Además, implica incorporar valores sociales y ambientales en nuestras decisiones, a la vez que tener la iniciativa de re-educarnos. Es aprender. Es hacer alianzas para alcanzar objetivos compartidos. Es avanzar hacia un futuro más sostenible.
Vivimos en un mundo y en una sociedad que se rige por formas económicas y leyes que se vienen arrastrando hace años, sin cuestionar, evaluar, cambiar. Desde nuestro rol como emprendedores/as, y actores/actrices en la economía general, somos también responsables de empezar a actuar distinto frente a esto. Nuestro objetivo es rediseñar el modelo de negocios no solo para tener un beneficio económico, si no que este beneficio se expanda en el impacto ambiental y social que nos interpela a diario.
¿Sabes cual es el primer paso para convertirse en emprendedorxs sostenibles?
Tomar consciencia, entender el impacto ambiental y social que generamos como humanidad y por ende que generamos desde nuestras empresas y su accionar.
En este proceso de replantear la forma en la que se han pensado las empresas hasta ahora somos pioneros, y eternos aprendices, por eso hay que ser empáticxs con nosotrxs mismxs sabiendo que es un camino imperfecto pero de mejora continua.
Cuando hablamos de ser una empresa sostenible, buscamos ser coherentes en todas nuestras actividades, tanto las acciones visibles para con nuestros clientes, como también de manera interna teniendo un sistema acorde con nuestros ideales, trasladándolo para con proveedores, equipo de trabajo, vecinxs, organizaciones, etc.
¡Te invitamos a desafiar lo convencional, lo conocido, para así ser parte del cambio!
Por si no sabías, en el 2015 se plantearon objetivos globales, también conocidos como los objetivos del desarrollo sostenible, que tienen como esperanza crear un mundo mejor. Apunta a terminar con la pobreza, luchar contra la desigualdad y accionar sobre la urgencia del cambio climático.
Estas son inicialmente las 17 temáticas, de acá en adelante es responsabilidad de todxs este accionar por un futuro mejor.
¿Qué acciones puede hacer una empresa más sostenible?
Cada unx desde nuestro alcance, con pequeñas acciones puede aportar a una realidad más esperanzadora. Te dejamos una serie de ideas para que puedas repensar e inspirarte en tu emprendimiento/empresa:
Comunicar, transmitir valores. Poder compartir información y datos concretos de la realidad medioambiental, para así contagiar a otrxs y que cada vez haya más consumidorxs responsables y personas conscientes. ¡Porque el cambio es colectivo!
Producir y ofrecer el mejor producto que esté a tu alcance. Y acá queremos hacer hincapié en la consciencia de ofrecer un producto cuidadoso con el consumo irracional de la sociedad que estamos atravesando Nuestro objetivo es ofrecer un producto de calidad, funcional, duradero, y en caso que se pueda la posibilidad de repararlo, retornarlo y que de este modo quede inserto en la economía de una manera productiva. Hacer el mejor producto que está a nuestro alcance ayuda a salvar el planeta.
Repensar dentro de tu emprendimiento/empresa cuál es el material de descarte que generas, y a partir de ahí, buscar cómo se puede transformar en recurso dentro del emprendimiento, como también buscar aliadxs que puedan insertarlo en su cadena de valor. Acá te dejamos algunas cooperativas o emprendimientos que trabajan con descartes de distintos tipos: desde plásticos, telas, botones, papel, etc.
-Shiri Natural: transforma sus residuos plásticos en nuevos productos: portacosmeticos y billeteras hechas con descartes. También, tiene el sistema de envase retornable para fomentar su reutilización.
-Rauni: transforma descartes textiles de otras empresas en relleno para almohadones de meditación.
-Swahili y Entramadas: recuperan descartes plásticos como bolsas, packaging de alimento de animales, lonas publicitarias, entre otros, para transformarlo en productos de uso cotidiano.
Implementar charlas, debates, capacitaciones; espacios de intercambio y aprendizaje en las temáticas medioambientales y sustentables.
Si te dedicas a la venta de productos, te recomendamos repensar en los procesos productivos. Fomentar que estos sean responsables con el consumo de agua y que la huella de carbono que generan los envíos y la entrega de los productos sea redituable. Apoyar y promover el consumo local es una gran alternativa.
Si te dedicas a venta de servicios, sugerimos ser consciente con la comunicación, sabiendo que también existe la contaminación digital y que esta genera efectos ambientales que perjudican al planeta.
- Controlar y disminuir el consumo energético. Algo tan simple, por ejemplo, como al final de cada día desenchufar todos los artefactos electrónicos de las corrientes eléctricas.
- Ahorrar papel. Es un material utilizado en todas las empresas y provoca diferentes problemas ambientales como son la deforestación, el cambio climático, etc. Se pueden utilizar sistemas de intercambio de archivos digitales reduciendo o anulando el uso de papel.
- Colaborar con acciones sociales. Con pequeños gestos se puede ayudar a muchas personas u organizaciones.
Estas son algunas de las infinitas acciones para cada día ser parte del cambio.