*Por Andrea Sieyra, integrante de Agenda Ambiental Santa Fe, y Matías Mera, integrante de Agenda Ambiental Santa Cruz.
Se encuentran dentro de esta definición aquellos plásticos que, siendo difíciles de reciclar y tardando años en desintegrarse, son utilizados una única vez y luego desechados.
En los últimos años ha estado en auge un tratamiento que busca darle una nueva alternativa al plástico de un sólo uso siendo parte indudable de nuestra cotidianidad, NO significando la solución última a este problema motivado por un modelo consumista. Éste se basa en armar, dependiendo lo que queramos crear en su momento, eco-botellas o eco-ladrillos.
Existe una gran confusión ante estos dos conceptos con la misma finalidad pero muy diferentes entre sí, al momento de su uso.
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¿Qué diferencia existe entre estas dos alternativas?
Las eco-botellas son botellas de plástico de cualquier tamaño rellenas de plásticos de un sólo uso, que, luego de ser vaciadas en los centros de tratamiento para su conversión, los materiales son triturados convirtiéndose en madera plástica con el fin de crear todo tipo de mobiliario, entre ellos: juegos para parques, bancos de plaza, maceteros, etc.
En cambio, los eco-ladrillos también son botellas de plástico pero rellenas de diversos materiales. Estos a su vez, son una posible alternativa a la construcción sustentable, ¡pero ojo! La construcción edilicia NO se encuentra regulada en todos los países. Por nuestra parte, proponemos construcciones pequeñas tales como: canteros, cuchas de perros, cestos de residuos, entre otros.Relleno:
- Plásticos de un solo uso.
- Papel, cartón, tickets de compras.
- Blister de medicamentos.
- Papel aluminio (tapas de yogurt, café, etc.)
- Otros: guantes de látex, globos, telgopor, telas/ lanas, envases tetrabrik.
Nota: si bien las eco-botellas no distinguen capacidad, los eco-ladrillos se recomiendan generalmente que sean de un mismo tamaño, en lo posible 1,5 litros.
Consejos generales para ambos:
- SIEMPRE agregar contenido limpio y seco, compactando lo más posible para que ingrese la mayor cantidad de material. Para verificar su compactación sólo basta pararse arriba de la botella y si ésta no pierde su forma ¡ya se encuentra lista para ser enviada a los centros de acopio!.
- NUNCA agregar comidas, pilas, colillas de cigarrillos o elementos tóxicos y perjudiciales.
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Es importante recalcar que estas dos opciones son, por el momento, una alternativa posible para evitar que los plásticos terminen siendo depositados en basurales o arrojados en las calles y naturaleza afectando diversos ecosistemas, en donde de una u otra forma esa contaminación vuelve a nosotros. Sin embargo, recordar que ésta no es la solución ideal a la realidad que existe con el consumo desmedido del plástico en nuestra sociedad.
Mientras las leyes no se hagan presente poniendo un freno a la fabricación excesiva de este material y dicha industria no opte por alternativas sustentables, la respuesta desde nuestro lugar, en gran medida, será modificando nuestros hábitos. ¿Cómo? Consumiendo a conciencia, siempre pensando en la primera de las 4R – rechazar, reducir, reutilizar, reciclar. Antes de adquirir, debemos pensar si realmente necesitamos el producto, con cuánto plástico está compuesto y, si se puede, comprar suelto u otro producto que genere la misma satisfacción, pero con menos contenido del material.
El objetivo no es llenar la mayor cantidad de botellas, sino progresivamente ir llenando cada vez menos, hasta no ser necesario.