“Así es como termina el mundo, no con una explosión, sino con un lamento”, escribió T.S. Elliot en “The Hollow Man". Podemos pensar en esta frase al leer el histórico tuit de uno de los hombres más poderosos del mundo: “El concepto de calentamiento global fue creado por y para los chinos para hacer no competitiva a la manufactura de EE UU”, dijo Donald Trump.

El escepticismo cada vez es menos comprensible. Tal vez hace décadas el concepto de calentamiento global no era conocido y muchos pueden pensar que de la noche a la mañana –en realidad desde hace aproximadamente 34 años– los científicos trajeron el término y nos dieron un nuevo enemigo a vencer. Pero es real, y el sistema en el que vivimos tiene mucho que ver con esto.

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Tal vez antes no lo sabíamos, pero el calentamiento global el problema más grande que debemos enfrentar. Si bien hay algunos factores naturales imposibles de controlar, son mínimos ante el total de daño que ocasionamos los humanos, y el modelo económico actual no nos ayuda.

Un punto del problema al que nadie parece encontrarle la solución es la brecha natural y palpable entre el capitalismo del siglo XXI, enfocado en explotar recursos naturales y poblaciones vulnerables para crear más productos y necesidades que puedan ser ofertadas, pues la demanda siempre crece; y las acciones para resolver el cambio climático.

Según Nathaniel Rich de The New York Times, “la mayoría de los planes de cero emisiones proponen una combinación de los siguientes elementos: impuestos al carbono, tratados internacionales efectivos, aumento de subsidios de energía renovable, energía nuclear, reforestación, reforma del uso de la tierra e inversiones en eficiencia energética, almacenamiento de energía y tecnología de captura de carbono".

En su opinión, esto contrasta fuertemente con la reacción de los goberantes ante el problema: "Cuando se trata de redactar leyes reales para lograr estas políticas, para citar a Nick Loris, miembro de la Fundación Heritage, 'el diablo está en los detalles'", afirma.

¿Qué hacer frente a esto? No te preocupes, hay mucho que puedes hacer por el planeta. Empezar a reflexionar sobre tus consumos es un buen punto de partida. Aquí te contamos cómo puedes convertirte en un consumidor consciente.

Fuente:

NY Times Magazine