La nieve rosa, también conocida como nieve fresa, es un fenómeno que ocurre cuando la nieve adquiere un tono rosado o rojizo debido a la presencia de algas unicelulares en el hielo.

Estas algas, llamadas Chlamydomonas nivalis, crecen en la nieve durante los meses de invierno y prosperan en condiciones de baja temperatura y alta luminosidad. A medida que las algas se multiplican, la nieve adquiere un tono rosado, lo que puede ser especialmente visible durante los amaneceres y atardeceres.

Aunque la "nieve rosa" puede parecer hermosa e inofensiva, algunos científicos están preocupados por el impacto ambiental que podría tener este fenómeno y los que lo estarían causando. Las algas que causan la "nieve rosa" son una señal de que el clima está cambiando y que el equilibrio ambiental no está en su punto ideal, y todo este conjunto de factores, a corto o largo plazo, podría llegar a tener efectos negativos en los ecosistemas locales.

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¿Inofensiva?

Pero, ¿qué tienen que ver estas algas con el cambio climático? Algunos expertos temen que el aumento de la temperatura global pueda hacer que las condiciones sean más propicias para el crecimiento de estas algas. Cuando una parte de la cadena ecológica se rompe o modifica, se ven los efectos en todo lo que la rodea. Esto podría llevar a una disminución en la reflectividad del hielo y, por lo tanto, a un mayor calentamiento del planeta.

Cómo dice el dicho: no todo lo que brilla es oro. Está nieve es llamativa y hermosa, pero igualmente peligrosa y un recordatorio de los efectos del cambio climático en nuestro planeta.