El problema del plástico en los cuerpos de agua sigue creciendo a un ritmo alarmante. Según los especialistas, hay alrededor de 150 millones de toneladas de desechos de este material en los océanos del mundo, flotando a diversas profundidades o descansando en el fondo.
El nadador francés de larga distancia, Ben Lecomte, ha decidido viajar directamente hacia el gran parche de basura del Pacífico. Ubicado entre Hawái y California, es el sitio donde se encuentra la mayor acumulación de plástico marino a nivel mundial.
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Desde junio hasta septiembre, Lecomte planea nadar 300 millas náuticas (555 kilómetros). Ha llamado a esta iniciativa The Vortex Swim. Cada día registra sus hallazgos en su sitio web y en Instagram.
Su objetivo es crear conciencia sobre el problema de la contaminación plástica en los océanos, y recopilar datos para distintos centros de investigación. Para eso, colabora con un grupo de científicos, marineros y fotógrafos.
Entre sesiones de natación en busca de muestras de los efectos del plástico en el océano, Lecomte descansa en una embarcación científica. El equipo recopila datos para la Universidad de Hawái, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica, el Centro Smithsonian de Investigación Ambiental y otras organizaciones.
Pero, ¿qué han encontrado hasta ahora en parche del Pacífico?
Lecomte está teniendo una experiencia de primera mano sobre el impacto de los desechos plásticos en los sitios más remotos del planeta, lo cual le permite observar cómo se modifican los ecosistemas.
El equipo partió de Hawái en junio, y ahora se encuentra en el centro del gran parche. En vez de hallar una isla de basura, como se suele creer, ha comprobado que existe una altísima concentración de microplásticos. La tripulación divisa basura plástica flotando cada tres minutos, y cada vez aparecen más partículas de ese material en las muestras que toman a diario.
"Es uno de esos problemas que no se pueden ver a simple vista. Cuando miro el océano, el
el agua se ve impecable, sin embargo, cuando recogemos nuestra red, recolectamos cientos, a veces miles de piezas de microplásticos, lo cual es desgarrador", cuenta Lecomte. Cada día, dedica ocho horas a nadar.
"En uno de mis días favoritos, estaba nadando con una manada de ballenas mientras estaba en el centro del parche de basura. Lamentablemente, también teníamos la mayor concentración de microplásticos hasta este momento. Es triste ver a estas criaturas en una zona con concentraciones tan altas de plástico y pensar sobre el efecto que debe tener sobre ellas", señaló Lecomte.
Las ballenas no son las únicas afectadas. La tripulación también ha visto albatros intentando comer la colorida basura plástica que flota en la superficie. Además, encontraron un pez atrapado en una botella.
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Según Lecomte, la mayor parte de los desechos que encuentran provienen de la industria pesquera: redes marinas, cubetas y cajas para peces.
También halla con frecuencia objetos domésticos como cubiertas de CD, juguetes, botellas, cestas de ropa y muchas, muchas bolsas plásticas. Sobre estos objetos, suele haber un ecosistema entero, ya que los cangrejos, algas y peces los usan como si fueran arrecifes artificiales.
Se estima que se necesitarían 67 barcos especializados para, en el lapso de un año, recoger solo el 1% de la basura acumulada en el Pacífico Norte. Por lo pronto, debemos reducir nuestro consumo de plásticos para evitar que el problema sea cada vez más grande.
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