Hoy en día entendemos a las mascotas como seres que forman parte de nuestra familia, tan cercanos como el resto de los integrantes del hogar, por lo que son invaluables e irreemplazables. La película Mi mascota es un león, muestra eso de primera mano.
Cuando Mia y su familia se mudan de Londres a Sudáfrica, ella encuentra la felicidad que creía perdida en un pequeño león blanco. El cachorro, llamado Charlie, pronto se convierte en su mejor amigo. Cuando ella cumple 14 años, descubre que venderán al animal, por lo que ambos emprenden un viaje por la sabana africana en busca de un hogar donde Charlie pueda vivir con seguridad y libertad.
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Mi mascota es un león muestra la complicidad entre las personas y los animales, demostrando que las conexiones van más allá de lo que consideramos normal, y que incluso con los grandes felinos podemos encontrar ese vínculo que nos ata a la naturaleza.
La cinta se rodó durante tres años para que los protagonistas pudieran conectarse con los animales. En ese tiempo, una manada de seis leones, entre los que se encuentra Thor -que interpreta a Charlie- creció junta. La película fue dirigida por Gilles De Maistre y protagonizada por Melanie Laurent, Langley Kirkwood, Daniah De Villiers y Ryan McLennan
"Nunca imaginé crecer con leones, ni pasar los años de mi adolescencia con ellos. Me siento honrada por haber tenido esa experiencia que me transformó en una persona diferente", expresó la actriz que interpreta a la protagonista, Daniah de Villiers, en diálogo con Bioguia. "Cuando conocí a Charlie era solo un bebé. Mi primer contacto con él fue mágico. Era el inicio de una aventura que los dos estábamos por emprender", agregó.
La producción no usó en ningún momento imágenes creadas por computadora para crear a los grandes felinos. Los únicos que pudieron interactuar con los animales fueron de Villiers y el actor que interpreta a su hermano, junto con el experto Kevin Richardson, también conocido como "Encantador de leones". Él fue quien se aseguró de que la relación entre niños y animales se diera todo el tiempo en condiciones de seguridad, respeto y dignidad.
"Kevin (Richardson) tiene algo único en su relación con los leones. Él me enseñó todo lo que sé sobre el comportamiento de los animales", destacó De Villiers. Además, explicó que todo se basa en el respeto y en prestar atención a los límites del león para no hacer nada que lo pueda incomodar.
Pero el papel de Richardson no solo fue fundamental para la filmación de la película. Los seis leones que participaron del rodaje permanecen juntos y viven en su Santuario de Vida Salvaje. Aunque no dispone de mucho tiempo libre, de Villiers siempre logra hacerse un ratito para ir a visitar a su amigo Charlie. "Lo extraño muchísimo, ha sido una parte fundamental de mi vida", cuenta.
La actriz afirma que usar animales reales en la película fue necesario, ya que es lo que realmente atrae al público y los acerca a una problemática que en su mayoría desconocen. Si bien es una ficción para toda la familia, muestra algo muy real. La caza de animales salvajes como negocio y deporte es un problema en muchos países. En algunos incluso es una actividad legal. De Villiers espera que esto ayude a generar consciencia acerca de lo que está sucediendo con los leones en Sudáfrica para que la gente tome acción.
Mi mascota es un león está teniendo un muy buen recorrido por Latinoamérica, donde la vieron casi 800.000 espectadores. Ya ha sido estrenada México, Colombia, Bolivia y Ecuador. La cinta es presentada desde el 6 de junio en cines comerciales de Argentina por el Green Film Fest. El Festival Internacional de Cine Ambiental se celebrará del 29 de agosto al 4 de septiembre en Buenos Aires
De Villiers desea que los espectadores se enamoren de los leones tanto como ella y entiendan la importancia de protegerlos. "Ahora la responsabilidad es nuestra", concluye.