Las mascarillas descartadas se acumulan en las playas y senderos naturales de Hong Kong, y los grupos ambientalistas advierten que los desechos representan una gran amenaza para la vida marina y los hábitats de vida silvestre.
La mayoría de las 7,4 millones de personas de Hong Kong llevan semanas poniéndose mascarillas sanitarias de un solo uso todos los días, con la esperanza de protegerse del coronavirus. Pero un gran número de esas mascarillas no se eliminan adecuadamente, por lo que acaban en el campo o en el mar, donde la vida marina puede confundirlas con comida.
Los grupos ambientalistas, que ya están lidiando con el flujo de basura marina desde China continental y otros lugares, dicen que las mascarillas desechadas han agravado el problema y también han generado preocupación por la propagación de gérmenes.
"Solo hemos tenido mascarillas durante las últimas seis u ocho semanas, en un volumen masivo. Ahora estamos viendo el efecto sobre el medio ambiente", dijo Gary Stokes, fundador del grupo ambientalista Oceans Asia, a Reuters.
mascarillas de plástico
Las mascarillas están en su mayoría hechas de polipropileno, un tipo de plástico que no se descompone rápidamente.
Stokes citó el ejemplo de las aisladas y deshabitadas islas Soko de Hong Kong, al sur de su aeropuerto internacional. Dijo que inicialmente encontró 70 mascarillas desechadas en un tramo de playa de 100 m y cuando regresó una semana después, había más de 30 nuevas.
"Eso fue bastante alarmante para nosotros", dijo. Otras playas alrededor de la ciudad cuentan una historia similar.
Hong Kong, densamente poblada, ha luchado durante años para lidiar con los desechos plásticos. La cultura de comer fuera, comida rápida y comida para llevar ha alimentado una marea creciente de plásticos de un solo uso. Se recicla muy poca basura, y alrededor del 70% de los 6 millones de toneladas de desechos que la ciudad genera al año terminan en vertederos.
“Nadie quiere ir al bosque y encontrar mascarillas esparcidas por todas partes o hallarlas en las playas. Es antihigiénico y peligroso”, dijo Laurence McCook, jefe de Conservación de los Océanos en el Fondo Mundial para la Naturaleza en Hong Kong. Los grupos de conservación han estado organizando limpiezas de playas para hacer frente a la basura.
"Las personas piensan que se están protegiendo a sí mismas, pero no se trata solo de protegerse a sí mismos, sino de proteger a todos y, al no tirar la mascarilla adecuadamente, es muy egoísta", concluyó.
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