Acaban de finalizar los juegos olímpicos Río 2016, pero ya hay una muy buena noticia con respecto a las próximas olimpíadas, que tendrán lugar dentro de cuatro años en Japón.
El medio japonés Nikkei anunció que el gobierno estaría pensando en un camino más sustentable para fabricar las medallas de oro, plata y bronce que se entregan a los ganadores: hacerlas con metales extraídos de celulares reciclados.
Las medallas olímpicas que se entregan en los juegos no están hechas 100% de estos metales preciosos sino que se trata de mezclas que los contienen en distintas proporciones.
Por eso, es viable fabricarlas reciclando celulares, en los que se pueden encontrar componentes similares, e incluso metales como el oro.
Los metales para la fabricación de medallas suelen comprarse a firmas mineras. Como Japón no posee recursos minerales propios, tendría que importarlos; pero esta estrategia sostenible es una alternativa que no solo les ahorraría dinero, sino que les permitiría reciclar algunas de las miles de toneladas de basura electrónica que se producen cada año en el país.
Los desechos electrónicos son uno de los mayores problemas ecológicos que afectan al planeta. Las computadoras, los televisores y los teléfonos celulares, que hasta hace algunas décadas eran una novedad, ahora son algo cotidiano; pero además, también es algo de lo más común que tengamos en casa algún ordenador, televisor, equipo de música u otros artículos tecnológicos rotos o en desuso.
No es casualidad que esto ocurra. Los objetos electrónicos tienen una fecha de vencimiento, un punto final en su vida útil que está programada de antemano por los fabricantes. Se trata de un fenómeno conocido como obsolescencia programada, es decir, una fijación del fin de la vida útil determinada de un producto.
El fabricante calcula de antemano cuánto tiempo de vida útil tendrá un objeto antes de que éste se torne obsoleto, no funcional o inútil; para asegurarse de que el usuario necesite uno nuevo y se pueda seguir vendiendo.
¿Por qué fabricar medallas con ellos?
Los productos electrónicos como smartphones y tabletas contienen pequeñas cantidades de metales preciosos, incluyendo platino, paladio, oro, plata, litio, cobalto y níquel, que pueden extraerse de ellos y volverse a utilizar.
Algunos electrodomésticos como congeladores y aires acondicionados también contienen estos metales, y otros como hierro, cobre y zinc. También es bueno conocer esto para saber que su reciclaje es otra fuente posible para obtenerlos, en lugar de recurrir a la megaminería.
Algunas compañías recicladoras suelen recolectar o comprar esta basura para luego separar los metales valiosos; por eso es recomendable también tenerlo en cuenta cuando no sabemos qué hacer con nuestros desechos electrónicos.
Utilizarlos en la fabricación de las medallas olímpicas no solo sería viable, sino que se trataría de una iniciativa para aplaudir e imitar.
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